(Continuación) El caso es que, en esa Sevilla del siglo XVI, “puerta y puerto de Indias”, podían convivir el esplendor y el lujo gracias al comercio con América, desde donde se traían ricas mercancías, y el dolor y la miseria, proporcionados por las epidemias. Vida y muerte.
La Peste es la ignorancia, que es lo que realmente
acabará con el hombre. Y Monardes luchó contra esa ignorancia desde
diferentes frentes: como médico, como investigador, como farmacólogo, como
divulgador o como escritor.
Extraordinaria actividad científica. Luces
A su considerable y ya comentada labor médica hemos de
añadir su relevante contribución a la farmacognosia moderna, así
como el hito científico que supusieron sus descripciones, estudios minuciosos e
investigaciones médicas, de numerosas especies vegetales originarias de
América.
Como naturalista describió las plantas americanas con un balance decepcionante en lo que respecta a su transcendencia salutífera, en realidad, a la farmacia actual, el continente americano sólo ha aportado cinco plantas realmente trascendentales.
La quina (quinina y quinidina), la coca
(cocaína), la ipecacuana (emetina), el jaborandi (pilocarpina) y
el curare (D-tubocurarina), y de ellas sin duda alguna quinina, emetina
y pilocarpina constituyen lo mejor de la aportación de ultramar.
Además, entre otros medicamentos que tras algunas
dificultades pudieron integrarse en el galenismo, se encuentran la cáscara
sagrada, el áloe, el ruibarbo, la jalapa y el podofilo; y como antimicrobianos
de uso externo en heridas e infecciones de la piel utilizó dos bálsamos de
origen americano, el de Perú y el de Tolú.
Extraordinaria
actividad científica. Luces y sombras
Nicolás Monardes, sin necesidad de abandonar Sevilla, realizó la más completa descripción de las plantas americanas gracias a que disponía de ellas de manera fácil y abundante en el puerto de la ciudad; sin duda estamos ante uno de los médicos renacentistas más relevantes, ya le he escrito de este aspecto de su actividad profesional.
No sólo se atrevió a criticar los arcaicos métodos del
tratamiento médico, sino que, inicialmente, se muestra crítico con el uso de las
plantas exóticas americanas en la medicina, y dicha decisión la basa en un
razonamiento científico pues cuestiona que las plantas conserven sus
salutíferas propiedades originales, tras tan largo viaje y en condiciones
adversas a ellas, lo que no está mal pensado.
En otro orden de aportaciones de interés tendríamos: los alucinógenos
(peyote, LSD), las solanáceas (psicoestimulantes), el cacao y
el mate (teobromina, cafeína) y el tabaco (nicotina), que
inicialmente se utilizó como medicamento, cuando fumar no se consideraba un
hábito pernicioso. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue publicado el 8 de abril de 2024, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.
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