martes, 16 de julio de 2024

Campos electromagnéticos y coches eléctricos (3)

(Continuación) Que no es otro que el que le dije de la ausencia de prueba y la prueba de la ausencia; es muy poco probable, no hay razones para pensar que nos afectan, pero no imposible por lo hay que seguir investigando.

¿Y los coches eléctricos?

¿Pueden tener efectos negativos en la salud de sus ocupantes? ¿qué supone estar sentado en un automóvil rodeado de cables de alto voltaje, sobre una gran batería de litio (Li) y al lado de un potente motor eléctrico? Caución.

Recuerde, en un principio, la posición oficial de la OMS es que los campos e-m todavía se consideran “posiblemente cancerígenos” para los seres humanos, también si lo producen los coches eléctricos, pero ojo, como los de un tren eléctrico, un tranvía, un trolebús o cualquier otro vehículo que funciona con electricidad; es que no lo sabemos con certeza absoluta.

Evidentemente la posibilidad de este riesgo debería inducir a los fabricantes de automóviles eléctricos para que intenten minimizar los valores de estos campos a los que se exponen los ocupantes. Eso es al menos lo deseable como precaución, hasta que sepamos definitivamente sus efectos.

Investigaciones varias

Y si bien es cierto que se han realizado varias investigaciones sobre este tema que apuntan a su no nocividad, no lo es menos que la mayor parte de ellas han sido financiadas por la misma industria automovilística, vamos que son de parte, lo podría restar valor a su confiabilidad. Indudablemente el gobierno deberá llevar a cabo investigaciones que aseguren la eliminación de cualquier tipo de sesgo en los resultados.

Por ahora tenemos un estudio de 2014 realizado por SINTEF, una organización de investigación independiente con sede en Noruega, que llevaba el concluyente título ‘No hay peligro en los campos electromagnéticos de los automóviles eléctricos’.

Financiada totalmente por la Unión Europea pasa por ser “el estudio más completo realizado hasta la fecha para identificar diferentes fuentes de campos e-m en automóviles eléctricos”, de hecho “se ha tenido en cuenta todo lo que contribuye de forma significativa a la formación de dichos campos, por ejemplo, la rotación de las ruedas”. Parece que tiene buena pinta.

Conclusiones algo sorprendentes

De entrada, por los resultados obtenidos, no hay una gran diferencia entre los vehículos eléctricos y los que funcionan con combustible (gasolina, diésel, hidrógeno o cualquier otro). O sea. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

 

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