[Esta entrada apareció publicada el 27 de marzo de 2024, en el semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Con el término ‘idus’ los romanos designaban en su antiguo calendario los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre, y los 13 del resto de los meses, de modo que la expresión ‘idus de marzo’ correspondían al decimoquinto día del mes de ‘Martius’ o marzo, dedicado al dios de la guerra Marte y que precisamente fue el pasado viernes.
Ya lo hemos ‘cienciaenroteñado’, así que solo recordar que, en
el antiguo calendario romano, marzo era el primer mes del año y no fue hasta la
implantación del calendario juliano cuando pasó a ser el tercero, tras
añadir al comienzo del periodo anual los de enero y febrero.
Unos días, vuelvo a los idus, que en principio y según la creencia popular eran de buenos augurios, o sea, jornadas portadoras de excelentes noticias, o al menos así fue, hasta que un revés de la historia hizo cambiar esta simbología de afable presagio. Porque fue un 15 de marzo, en concreto el del año 44 a. C. cuando Julio César muere asesinado y, desde entonces, su significado buenista cambió.
Destacar que desde el punto de vista calendario, los idus no eran las únicas fechas claves que tenían nombre propio, otros referentes temporales eran las ‘calendas’ (primer día de cada mes) y las ‘nonas’ (quinto día excepto en marzo, mayo, julio y octubre, que era el séptimo).
Y aunque con el cambio de
calendario, alrededor del siglo III, estas denominaciones para los días
terminaron siendo sustituidas por los actuales días de la semana, lo cierto es
que los idus se han seguido utilizando popularmente durante los siglos siguientes.
Cronológicamente el primero de ellos es el luctuoso sucedido, más que antañón ya y que sin embargo arrastra cola y alguna que otra referencia de naturaleza, sobre todo, artística. Del asesinato estamos informados por el historiador griego Plutarco, quien cuenta que el propio Julio César estaba advertido del peligro por un vidente, lo que no le impidió que, con bastante escepticismo, lo ignorara.
Al
parecer se lo encontró ese mismo día cuando iba al Senado, y mofándose le dijo “Los
idus de marzo ya han llegado”, a lo que el vidente contestó compasivamente, “Sí,
pero aún no han acabado”; como sabemos el vidente acertó y Julio Cesar fue
asesinado por un grupo de senadores desde entonces ese idus de marzo está teñido
de sangre, representando, por sí mismo, toda una simbología.
De las referencias -artísticas, sobre todo- le dejo con la literaria del bardo William Shakespeare quién en su obra ‘Julio César’ (1599), cuatrocientos veinticinco años ya, recrea la conspiración que acabó en el asesinato del mandatario; recuerde el suspecto juliano ‘Et tu, Brute?’ y la advertencia del vidente, “¡Cuídate de los idus de marzo!”. Pues eso.
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desean ampliar información sobre ellas.
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