martes, 9 de abril de 2024

Blas Cabrera [CR-263]

[Esta entrada apareció publicada el 05 de abril de 2024, en el semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

Aunque “algo olvidadito” al decir del poeta, el físico arreficeño Blas Cabrera Felipe (1878-1945) está considerado como uno de los científicos españoles más importantes de la historia, un profesor e investigador que lo fue todo en la ciencia española de su tiempo. Muestra de ello estas pinceladas.

Catedrático de Electricidad y Magnetismo de la Universidad de Madrid, de la que también fue rector, y de la Universidad Internacional de Verano de Santander en la que sucedió a Ramón Menéndez Pidal, fue además director del Laboratorio de Investigaciones Físicas, creado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, sin duda el mejor centro de investigación físico-químico existente entonces en España, que pasaría a ser el Instituto Nacional de Física y Química y posteriormente el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Y, por supuesto, fue miembro de las Real Academia Española y de la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la que fue presidente, como también lo fue de la Sociedad Española de Física y Química. En la figura de Cabrera, es mi prescindible opinión, se ejemplifica lo mejor y lo peor de esa época. Dentro de lo primero cabe su ilusión por demostrar que en España se podía hacer ciencia valiosa y original, aunque él y sus colegas solo pusiesen las primeras piedras para alcanzar dicho objetivo. 

Entre otros, destacar a Nicolás Achúcarro, Ignacio Bolívar, Miguel Catalán, José Casares, Pío del Río Hortega, Enrique Moles, Julio Palacios, Julio Rey Pastor o Gonzalo Rodríguez Lafora. Por otra parte, Cabrera también se preocupó por la difusión de la física pronunciando conferencias y publicando libros de carácter general ‘¿Qué es la electricidad?’ (1917), ‘Principio de relatividad’ (1923) y ‘El átomo y sus propiedades electromagnéticas’ (1927).

Amigo personal de Albert Einstein fue uno de los responsables -junto a Esteban Terrades, Eduardo Torroja y L. Torres Quevedo- de la visita del genio relativista a España en 1923. Una muestra del reconocimiento internacional que llegó a gozar es el hecho de ser elegido en 1928, miembro de la Comisión Científica Internacional del Instituto de Física Solvay, de la que formaban parte Langevin, Bohr, Marie Curie, Einstein o Richardson. Y como tal participó en los Consejos Solvay de 1930 y 1933, unos selectos congresos que se celebraban en Bruselas en los que solo participaban los más reconocidos físicos. 

Y en el segundo, “lo peor” del tiempo que le tocó vivir, naturalmente la Guerra Civil y sus terribles consecuencias; entre otros muchos Cabrera fue un científico más, aunque distinguido, de los que tuvieron que abandonar España, marchando primero a París y después a México donde murió. No, no se cumplieron las palabras del polifacético José Echegaray, ‘¡Ojalá que lleguen pronto los tiempos del trabajo alegre y de la alegría trabajadora!’.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

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