[Esta entrada apareció publicada el 22 de diciembre de 2023, en el semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
La respuesta breve se basa en la combinación de dos factores astronómicos, uno, la inclinación del eje de giro de la Tierra y, otro, la forma elíptica, no circunferencial, de su órbita alrededor del Sol, razones por las que durante estas estaciones la luz solar llega de forma menos intensa y los días son más cortos y, a medida que el planeta continúa su órbita alrededor del astro, durante la primavera y verano, los días, gradualmente, se van alargando.
Para desarrollar algo más la pronta respuesta hemos de recordar los conceptos de equinoccios y solsticios., y el que toca es el solsticio de diciembre que ya habrá tenido lugar cuando lea estas líneas en el periódico, pues sucedió hoy viernes 22 de diciembre a las 4 h y 27 min, hora oficial peninsular y balear, una menos en Canarias.
Los solsticios se producen cuando el astro se encuentra más cerca, el de junio, o más lejos, éste que nos ocupa, de los hemisferios terrestres. En definitiva, son los días en los que nuestra estrella está más al norte (junio) o al sur (diciembre) del ecuador o, si lo prefiere, en los solsticios el astro está en el punto más distante de la línea del ecuador y en los equinoccios el punto más cercano a esa línea.
Pero si queremos profundizar en dicha respuesta hemos de recurrir a los factores del principio. De un lado, el hecho de que nuestro planeta no orbite alrededor del Sol en un plano horizontal, sino que lo haga con una inclinación de su eje de rotación de, aproximadamente, 23,5 º con respecto al plano de la órbita, lo cual da lugar a las cuatro estaciones astronómicas.
Y del otro, la circunstancia de
que la trayectoria de la Tierra no es una circunferencia, aunque casi (ε = 0,017),
sino elíptica. lo que significa que hay épocas del año en las que está más
cerca del Sol (perihelio) y otras en las que está más alejada (afelio).
Precisamente el perihelio se produce en enero, lo que implica que en el hemisferio norte el invierno coincide con el momento en que el planeta está más cerca del astro y, sin embargo, debido a su inclinación los rayos solares no son los suficientemente directos como para contrarrestar el efecto.
Los días no solo son más cortos
sino también más fríos. Su progresión menguante alcanza el nadir (opuesto al cenit) con el
solsticio de invierno, el día más corto del año, aquel en el que menos tiempo
transcurre entre la “salida y la puesta del Sol”, en un lugar dado. El que tiene menos horas de luz, o
la noche más larga del calendario, casi como deseen.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
ÍNDICE
La explicación breve de por qué tenemos estaciones se basa en dos factores astronómicos: la inclinación del eje de la Tierra y la forma elíptica de su órbita alrededor del Sol. Debido a la inclinación del eje, la luz solar llega de forma menos intensa y los días son más cortos durante el otoño y el invierno. A medida que la Tierra continúa su órbita, la luz solar se vuelve más intensa y los días se alargan durante la primavera y el verano.
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