(Continuación) Un campo en el que ya trabajaban otros ingenieros e inventores como el polifacético figuerense Narciso Monturiol (1819-1885), también con callejero reconocimiento en nuestra ciudad por lo que tomo nota en mi moleskine para una próxima entrega.
Pero en su caso, Peral, dada la especialidad de electricidad
que eligió cuando hizo sus estudios superiores en 1877, por entonces una
materia muy poco conocida, encaminó sus investigaciones hacia el uso de la energía
eléctrica para la propulsión en inmersión.
Un camino completamente novedoso que le permitió presentar
en 1885 al Ministerio de Marina, su proyecto de construcción de un submarino alimentado
por baterías eléctricas.
El submarino Peral. Proyecto, 1885
Por supuesto que el suyo no fue el primero de la historia, el cartagenero no inventó el submarino como tal, pero sí quien desarrolló el primero propulsado por energía eléctrica en inmersión, haciendo viable la navegación submarina y superando las limitaciones de diseños anteriores.
Y además con capacidad para disparar torpedos sin
necesidad de salir a la superficie, lo que en teoría lo convertía en el más
potente del momento y en un arma ofensiva, casi, invencible.
El primer submarino torpedero eléctrico de la historia,
ese sí es el del cartagenero, cuya construcción el ministro de la Marina apoyó
y aceleró, dada la inminencia de la guerra con Alemania en ese mismo año de
1885, por la invasión de las Islas Carolinas en el Pacífico, y razón por la que
dicho proyecto no se hizo público por miedo a que fuera robado por espías de
otros países.
Con un presupuesto inicial de cinco mil pesetas (5000
ptas), el mismo Peral se encargó de viajar al extranjero para comprar los
materiales necesarios para su fabricación y que no encontraba en España. Aparatos
ópticos en París, accesorios y torpedos en Berlín, acumuladores en Bruselas y
aceros, motores eléctricos, hélices y tubos lanzatorpedos en Londres.
Unos desplazamientos y compras por el viejo continente que, a pesar de que el proyecto estaba clasificado como de alto secreto militar, despertaron las sospechas de otros países que lo terminaron por descubrir. Lo que unido a la inestimable ayuda de la exasperante burocracia española lograron retrasar el proyecto hasta en cuatro ocasiones e, incluso, boicotearlo.
El
submarino Peral. Construcción y botadura, 1888
En la primavera de 1887 la Reina María Cristina
firmaba el Decreto por el que se aprobaba la construcción de “un buque
destinado a la navegación submarina” y, a comienzos de otoño, ya se
iniciaba su construcción en el arsenal de La Carraca (Cádiz) que concluía poco
menos de un año después.
El 8 de septiembre de 1888 era botado un prototipo del
submarino eléctrico y torpedero Peral, del que en poco más de dos meses
celebraremos su centésimo trigésimo quinto (135.º) aniversario. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 03 de julio de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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