[Esta entrada apareció publicada el 01 de diciembre de 2023, en el semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Este año del Señor de 2023 que se nos va en poco menos de lo que tarda en durar un mes de diciembre, celebramos un doble centenario que está pasando sin pena ni gloria o, por qué no decirlo, casi ignorado. Son los que vinculan al físico relativista, a la España de los años 20 del siglo pasado y al galardón de los galardones. El primero de ellos, el de la visita de Albert Einstein a España, y el segundo, el de la recepción del Premio Nobel de Física que en realidad era el de 1921 que había quedado desierto, pero se lo concedieron en 1922, aunque él no lo recibió hasta 1923.
Un premio que no fue por la relatividad sino por su explicación fotónica del efecto fotoeléctrico (efe), dos ideas lo suficientemente meritorias por sí solas como para recibir el preciado galardón y que nacieron de la genialidad de un único hombre. No en vano, probablemente se trate del segundo más influyente en toda la historia de la humanidad, tras el más decisivo de todos, el gran Isaac Newton, y delante, quizás, del siracusano Arquímedes. De la visita apuntarle que duró veintidós días, iniciándose el 22 de febrero de 1923 con su llegada a Barcelona y acabando el 15 de marzo partiendo de Madrid; en el ínterin visitó los alrededores de Barcelona, Madrid, Toledo o Zaragoza e impartió once conferencias cuyas temáticas giraron alrededor de sus dos teorías, la Relatividad Especial o Restringida (TRE) y la Relatividad General (TRG), ésta en realidad una teoría de gravitación que complementa a la universal (LGU) de Newton.
Tras la demostración empírica de una de las predicciones de su TRG en el eclipse de sol del 29 de mayo de 1919, y la concesión del Nobel en 1922, era normal que recibiera invitaciones para dictar conferencias por todo el planeta y de hecho, cuando vino, estaba inmerso en plena gira por Europa y Asia, su “triunfal paseo relativista” o como él solía decir humorísticamente, “silbando mi teoría de la relatividad”. Destacar, entre los responsables de la visita española, al matemático logroñés Julio Rey Pastor, el físico riojano Blas Cabrera y el ingeniero barcelonés Esteban Terradas.
Del premio, solo un par de pinceladas: desde 1910
Einstein fue nominado al Nobel de Física en sesenta y dos ocasiones, para
terminar recibiéndolo por su explicación cuántica del efe; y una cosa es que te
nominen (doce años haciéndolo), otra que te lo concedan (10 noviembre de 1922)
aunque sea el del año anterior, estotra que te lo entreguen (10 de diciembre de
1922), y esotra que lo recibas en mano (abril de 2023), al menos en parte,
porque para la metálica tuvo que esperar unos meses más.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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