lunes, 6 de noviembre de 2023

Hombres y eclipses: Eddington, Einstein

(Continuación) Por suerte la ejecución de Morgan coincide con el día en el que va producirse un eclipse y, lo que es mejor aún, él lo sabe, de modo que los engaña haciéndoles creer que controla al mismo Sol y a la Luna.

Y así de nuevo el conocimiento científico produce un resultado feliz, aunque ya sabe que no existe la felicidad completa, en este caso y hasta donde he podido averiguar el eclipse de esta historia ficticia no parece estar inspirado en uno real.

El ‘eclipse relativista’

Treinta años después de la publicación de ‘Un yanqui en la…’, el 29 de mayo de 1919, entonces cayó en jueves tenía lugar un eclipse solar total que duró 6 minutos y 51 segundos, uno de los más largos del siglo XX, y que fue aprovechado por dos grupos de astrónomos británicos para realizar una serie de mediciones.

Uno encabezado por el astrofísico y filósofo británico Arthur Eddington (1882-1944) que lo observó desde la isla Príncipe en África, y otro desde Sobral en el norte de Brasil al cargo del astrónomo británico A. Crommelin (1865-1939).

Y ambos con el mismo objetivo de comprobar si se cumplía o no una de las tres consecuencias de la Teoría de la Relatividad General (TRG) que el físico germano-estadounidense Albert Einstein (1879-1955) había publicado en noviembre de 1915.

Una predicción, la única que se podía comprobar en aquel momento, que además resultaba ser de lo más extraña ya que afirmaba que “los rayos de luz se curvan en presencia de un campo gravitatorio”.

Algo totalmente impensable hasta entonces, ya que es sabido por todos que la luz se propaga en línea recta, ¿o acaso no es así? ‘Ergo’, semejante afirmación había que demostrarla y el eclipse se mostraba como el laboratorio natural más adecuado para hacerlo. Como así fue y con éxito pleno.

La comunicación la hizo oficial la ‘Royal Society’ en su reunión del 6 de noviembre de 1919 con una conclusión aplastante: “Los resultados de las expediciones de Sobral y Príncipe dejan pocas dudas de que tiene lugar una desviación de la luz en los alrededores del Sol y que ésta es de la magnitud exigida por la teoría generalizada de la relatividad de Einstein y atribuible al campo gravitacional del Sol”.

Al día siguiente los periódicos The Times desayunaba con medio mundo: ‘REVOLUCIÓN EN CIENCIA. Nueva teoría del Universo. Ideas newtonianas desbancadas’. Einstein, el físico, pasaba a la categoría de mito. ‘Lo más incomprensible del Universo es que sea comprensible’.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

 

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