lunes, 27 de noviembre de 2023

A propósito de Tales [CR-248]

 [Esta entrada apareció publicada el 24 de noviembre de 2023, en el semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

De Mileto, cuál si no -filósofo, científico, matemático-, ya le adelantaba que está considerado el primer gran impulsor griego de la investigación científica, tanto en astronomía como en cosmogonía y matemáticas. Y es así. A pesar del pozo felón en el que cayó y la hiriente risa de la mujer tracia, él siguió mirando el cielo siendo el primer hombre en predecir un eclipse de Sol y lograr explicarlo como consecuencia del paso de la Luna entre el astro y nosotros, y no de un caprichoso acto divino.

Un eclipse del que, a través de los relatos de Heródoto, sabemos se produjo en medio de una batalla que se libraba a orillas del río Halis, entre lidios y medos quienes, asustados por el oscurecimiento de la luz del Sol dejaron de luchar y acordaron una paz. Un fenómeno que con posterioridad, ya en el siglo XIX, y gracias a la ciencia, los astrónomos determinaron debió tratarse del eclipse solar total del 28 de mayo del 585 a.C. que cruzó el Caribe, el Atlántico, Europa meridional y la meseta de Anatolia, en la actual Turquía. Un interés por los fenómenos cósmicos que junto a su ingenio le permitieron encontrar solución a un terrenal pero intrincado problema geométrico en Egipto, el de medir la altura de las pirámides y que nadie lograba resolver.

Lo sabemos por Plutarco que sitúa al milesio ante la pirámide de Keops o Guiza cuya altura él logra calcular sin necesidad de ningún instrumento de medida, una cuestión de longitudes de sombras y relaciones entre triángulos semejantes. Utilizando su bastón de 1,5 m de longitud, midiendo su sombra y la de la pirámide pudo determinar por proporcionalidad que la altura de ésta era de 146,34 m (hoy mide 136,86 m). Naturalmente el método que utilizó es el que estudiamos en las matemáticas bachilleras y conocemos obviamente como Teorema de Tales, de gran utilidad pues entre otras permite calcular la altura de cualquier objeto por grande que sea, sin necesidad de medirla.

También fue pionero en aplicar la investigación racional al origen y naturaleza del universo, que hasta entonces los griegos explicaban con mitos y leyendas. Para el filósofo presocrático, el agua es el principio de todo, el primer y último elemento de todas las cosas y seres que existen; y una de sus teorías sostenía que la tierra que pisamos es una especie de isla que «flota» sobre el agua de forma parecida a un leño, de ahí algunos de sus movimientos. En un mundo marcado por la interpretación mitológica de los fenómenos naturales, Tales recurrió a explicaciones racionales para mostrar su funcionamiento, la primera teoría occidental sobre el mundo físico por lo que es considerado un precursor de la ciencia moderna.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

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