(Continuación) Se tratan del físico noruego nacionalizado estadounidense Ivar Giaver (1929), galardonado con el Premio Nobel de Física en 1973 ‘por sus descubrimientos experimentales en cuanto a los fenómenos de túnel en semiconductores y superconductores’.
Y del
físico estadounidense John Francis Clauser (1942), galardonado con el Premio
Nobel de Física en 2022 ‘por sus experimentos de teletransportación cuántica con fotones entrelazados’, que algunos ven como el líder mundial de esta red de científicos y
profesionales.
Ellos han
firmado también esta Declaración Climática Mundial en contra del
alarmismo sobre el calentamiento global causado por el hombre, “Nos oponemos firmemente a la política dañina y poco
realista de cero emisiones netas de CO2 propuesta para 2050”.
Ciencia versus pseudociencia. Ambos científicos se han sumado a este cuestionamiento de algunos de los postulados del actual ecologismo dominante, caracterizado por augurar terribles catástrofes inducidas por el hombre, pero tras el que Clauser ve en realidad otros aspectos inquietantes, o bien dicho, varios.
“Una
peligrosa corrupción de la ciencia que amenaza la economía mundial y el
bienestar de miles de millones de personas”, tal
como lo lee, sí, es un anciano, está a punto de cumplir los 81, pero también
valiente y preclaro, no hay dudas; él aboga por una verdadera investigación
científica contra la denominada crisis de cambio climático.
Y
considera que la política climática debe respetar las realidades científicas y económicas,
le dejo con su claro mensaje: “La ciencia del clima debería ser menos
política y las políticas climáticas deberían ser más científicas”.
Adenda ¿Cómo lo ve? ¿Qué opina, hay o no hay emergencia? ¿Ha leído el documento original? En cualquier caso, ¿no le llama la atención que, a pesar de la declarada posición de gobiernos y agencias internacionales, y su supuesta y absoluta censura al respecto, este documento radicalmente disidente haya podido llegar hasta la opinión pública?
Pero, es
más, ¿no le llama aún más la atención que, a pesar del tiempo transcurrido, no
haya habido respuesta por parte de los organismos oficiales, sean
gubernamentales, periodísticos o, sobre todo, científicos? Tito tatín, tatín,
ta tito tito tin... La respuesta está ahí fuera.
[*]Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
¿Por qué no hay una repuesta por parte del Acuerdo de París?
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