Cactus. Mitos y leyendas (y 3)

(Continuación) Para entendernos rápidos, la gelatina comestible que tenemos en el frigorífico es el ejemplo más apetecible y cercano de gel que le puedo ofrecer, que no es lo mismo que le puedo decir del gel que extraemos del cactus.

Que a veces sí puede ser consumido, depende de la especie, pero que en otras no pues contiene en su composición alcaloides altamente tóxicos, cuya ingesta que pueden producirnos desde náuseas hasta alucinaciones o la misma muerte.

Nuevamente tirando de la rama de la química bachillera de mis tiempos estudiantiles -que por aquellos entonces se llamaba química orgánica, hoy química del carbono-, recordar que los alcaloides a los que nos referimos son un grupo de sustancias orgánicas nitrogenadas, con una estructura química compleja mayoritariamente de origen vegetal y un carácter básico.

Otras creencias

No faltan, al igual que sobre otras plantas, multitud de consejos, creencias, credulidades y leyendas urbanas que forman parten del saber popular, acerca de los cactus en las que no pocas veces se afirman una cosa y la contraria; a modo de enunciados y entre otras muchas le dejo con este ramillete:

“Los cactus se estiran porque están sanos” ¿Es por eso o porque le hace falta luz y trata de encontrarla? “No hay que regarlos, pues no requieren de agua”. Que puedan sobrevivir con poca no significa que lo hagan con ninguna. “Los cactus hay que ponerlos a pleno sol”. Ni sí ni no ni todo lo contrario. Infórmese.

“Florecen por la noche”. Sus flores se abren al anochecer y se cierran al amanecer, esencial para su reproducción. “Los cactus con muchas espinas o con pelos pueden estar a pleno sol, pero hay que ir acostumbrándolos”. Es así, pero infórmese bien.

“Todos los cactus tienen espinas”. Aunque es así en muchas especies, es una forma de protegerse contra los depredadores y de conservar la humedad, existen variedades que no las tienen. “Los cactus viven en cualquier lado, son muy resistentes a cualquier clima”. Es así, ¿resiliencia? “No necesitan podas”. Sabido es que todas las plantas, incluidas las suculentas, necesitan que de vez en cuando les retiremos hojas que ya están secas.

“Los cactus traen mala suerte y nos roban energía”. En fin, la enésima versión de la Ley de Hierro de las Pseudociencias, ya se la he traído en más de una ocasión: ‘No hay idea o creencia, por más absurda o inverosímil que parezca, que no encuentre seguidores, creyentes y defensores’. Pues eso.

“Son símbolos de longevidad debido a su lento crecimiento”. Y qué tendrá que ver la gimnasia con la magnesia. Bueno, pues lo dejo aquí.

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