(Continuación) Puntualizar, ya de la que va, que desde el punto de vista médico el golpe de calor o hipertemia tiene lugar cuando la temperatura corporal humana se eleva por encima de los límites normales, es decir de los 37,5 ºC, y alcanza los 40 °C.
Efecto ‘Isla de calor’
Pero el riesgo para la salud de
las personas durante una ola de calor, se puede ver incrementado especialmente
en entornos urbanos por lo que se ha dado en llamar el efecto de isla de calor; una suma de
acciones que pueden generar unas condiciones extremas que pongan en peligro el
bienestar y, en algunos casos, la vida de sus habitantes.
Por lo que sabemos el efecto isla de calor está causado por varios factores de distintas naturalezas. Una compositiva, debido al asfalto de algunos suelos y al cemento de edificios y otras estructuras, unos materiales que “retienen mucho más calor” que el entorno silvestre. Otra organizativa, pues la propia actividad dinámica urbana, sobre todo el transporte, genera también calor.
Y estotra ambiental, la contaminación atmosférica que se produce en las ciudades; a todos nos resulta
negativamente familiar su acumulación sobre ellas, la conocida “boina de
polución”, especialmente en periodos anticiclónicos, y que se puede incrementar
de manera local con otro viejo conocido, el efecto invernadero. En fin, un no parar.
¿Cómo combatirlo en las ciudades actuales? Sentido común
En el terreno de lo particular o privado, para la población individual, rige el sentido común a la hora de combatirlo: reduciendo lo más posible la exposición solar; manteniéndonos bien hidratados; o permaneciendo en casa lo más posible en las horas punta.
Y si hemos de salir, procurando
escoger itinerarios sombreados, sin presencia de asfalto y optar por zonas
ajardinadas y de arboleda; ojo que no es un asunto menor, está probado que la
mortalidad en estos períodos aumenta de forma preocupante.
En el de lo general o público,
quizás, una de las mejores formas de reducir el efecto de isla de calor urbana sea
reverdecerla, quiero decir incorporar una mayor cobertura vegetal que
propiciara, de un lado, más sombra y con ella menos incidencia solar sobre el asfalto
y cemento de calles y edificios que “retienen mucho el calor”. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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