Entre Ptolomeo y Copérnico [CR-233]

[Esta entrada apareció publicada el 07 de julio de 2023, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

Se atribuye al navegante Fernando de Magallanes la frase “La Iglesia dice que la Tierra es plana, pero yo sé que es redonda, porque vi la sombra en la Luna, y tengo más fe en una sombra que en la Iglesia”, y estará conmigo que es una buena forma de diferenciar ciencia y creencia, quedando fuera de todo comentario que la expedición iniciada por el sabrosense pudo demostrar su aserto. 

Lo que no fue óbice para que la gente continuara hablando y desenvolviéndose como si fuera plana hasta el día de hoy, en el que es fácil encontrar personas que piensan como Copérnico pero hablan como Ptolomeo, y así dicen “hoy se ha puesto el Sol a las 7:45 h” o “la Luna saldrá a las 19:00”, como si fueran ellos los que se moviera.

En fin, lo que es hablar sin pensar, pero qué le vamos a hacer, de estos mimbres estamos hechos. Fue Filolao el primer hombre en proponer una Tierra esférica como única forma de explicar, por ejemplo, la desaparición gradual del casco y velamen de los barcos tras el horizonte, o que la sombra que el planeta proyecta sobre el satélite en los eclipses sea circular, o tantos otros fenómenos. 

Él pertenece a esa época de la cultura griega en la que se inicia el predominio de Alejandría sobre Atenas y surge un nuevo tipo de astrónomo, un científico en ciernes que elabora un programa de investigación y valora la observación sistemática, basada en instrumentos que inventa.

Tras él, Eratóstenes determinó el valor de la circunferencia máxima terráquea en 40 000 km, en la actualidad se considera que es de 40 075 km, por lo que estamos ante todo un prodigio geométrico, ¡tres siglos antes de Cristo! Posteriormente Ptolomeo lo volvió a calcular, pero a la baja, pues le salieron solo 33 000 km, un error con una trascendencia que fue a más cuando Cristóbal Colón confundió las millas alejandrinas con las marinas de su época. 

Un error que junto a otros de lecturas bíblicas, llevaron al descubridor a la conclusión de que el continente asiático, a cuya costa oriental quería llegar, tenía una medida diez veces mayor que la real, es decir, que estaría a unos 4400 km sentido oeste.

Como sabemos que en realidad está a unos 19 600 km, la distancia nunca la hubiera podido cubrir, claro que, por suerte, cuando apenas llevaba recorridos unos 1600 km, se encontró con América. 

Visto así, Colón fue el primero en empequeñecer el mundo, desafiando al oscuro océano, si bien la demostración empírica de su esfericidad no se produjo hasta treinta años después con Juan Sebastián Elcano. Pero desde el tarentino, habían transcurridos más de veinte siglos…

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