domingo, 4 de junio de 2023

DCPS. Vítores en Sevilla. Otros significados y un falaz origen (y 2)

(Continuación) Y donde otrora se impartían las enseñanzas de Bachillerato, primer grado académico que se otorgaba a los estudiantes de un colegio menor en la antigua universidad. Lo dejo aquí y perdone la digresión entre literaria y académica, vuelvo con la pintada.

Más allá del grado de Doctor

De la que le decía era un crédito público, a modo de apoyatura logística o aliento moral, que se realizaba en forma de anagrama combinando las letras de vítor colocadas, eso sí, según el criterio del pintor y a las que con el tiempo se agregó una figura similar a la letra “ce”.

Un creciente según la terminología heráldica, aunque muy estilizado, que se supone alude al blasón distintivo del papa Benedicto XIII, el Papa Luna (1394-1423), como agradecimiento por los privilegios concedidos a la Universidad de Salamanca. En fin.

Un ¡Viva! usado para vitorear, al que se añadía el nombre de la persona agraciada y que no siempre tenía por qué estar ligado a la consecución del doctorado. Como lo lee.

Casi como ahora, por aquellos entonces, los estudiantes se agrupaban por lugar de procedencia, apoyaban a distintos candidatos para copar los puestos más relevantes en las universidades y, por supuesto, participaban en las luchas de poder entre las diferentes facciones universitarias.

Y para ello utilizaban los vítores como herramienta de celebración, de propaganda e incluso de intimidación. No le digo más, ayer como hoy.

Por otro lado, también eran símbolos que se utilizaban para mostrar la pertenencia a una clase social acomodada o en aplauso hacia alguien que había realizado una gesta o hazaña importante de cualquier otra índole y que, en la opinión de alguien, debía ser vitoreado.

Vítores en Sevilla

En general eran una especie de cartela recordatoria de un acto o festejo del que se quería dejar memoria, una muestra del interés por dejar testimonio de un acontecimiento o celebración, y un reconocimiento público que en las calles sevillanas se agrupan mayoritariamente en tres zonas.

Y, como ya le adelanté, presentan una singularidad distintiva: si bien en otras ciudades se encuentran en las fachadas de la universidad y edificios afines, en Sevilla, están en las de edificios emblemáticos que nada tienen que ver con ella. Y a las pruebas me remito.

Le traigo muestras existentes en la Catedral (calle Alemanes, avenida de la Constitución y ábside de la Capilla Real), en el Archivo General de Indias, en el Ayuntamiento y en el Monasterio de San Clemente. (Continuará)

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

[**] El original de esta entrada fue publicado el 30 de enero de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad.

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