(Continuación) Y donde otrora se impartían las enseñanzas de Bachillerato, primer grado académico que se otorgaba a los estudiantes de un colegio menor en la antigua universidad. Lo dejo aquí y perdone la digresión entre literaria y académica, vuelvo con la pintada.
Más allá
del grado de Doctor
De la que le decía era un crédito público, a modo de
apoyatura logística o aliento moral, que se realizaba en forma de anagrama
combinando las letras de vítor colocadas, eso sí, según el criterio del
pintor y a las que con el tiempo se agregó una figura similar a la letra “ce”.
Un creciente según la terminología heráldica, aunque muy
estilizado, que se supone alude al blasón distintivo del papa Benedicto XIII,
el Papa Luna (1394-1423), como agradecimiento por los privilegios
concedidos a la Universidad de Salamanca. En fin.
Un ¡Viva! usado para vitorear, al que se añadía el nombre de la persona agraciada y que no siempre tenía por qué estar ligado a la consecución del doctorado. Como lo lee.
Casi como ahora, por aquellos entonces, los estudiantes
se agrupaban por lugar de procedencia, apoyaban a distintos candidatos para copar
los puestos más relevantes en las universidades y, por supuesto, participaban
en las luchas de poder entre las diferentes facciones universitarias.
Y para ello utilizaban los vítores como herramienta de
celebración, de propaganda e incluso de intimidación. No le digo más, ayer como
hoy.
Por otro lado, también eran símbolos que se utilizaban
para mostrar la pertenencia a una clase social acomodada o en aplauso hacia
alguien que había realizado una gesta o hazaña importante de cualquier otra
índole y que, en la opinión de alguien, debía ser vitoreado.
Vítores
en Sevilla
En general eran una especie de cartela recordatoria de un acto o festejo del que se quería dejar memoria, una muestra del interés por dejar testimonio de un acontecimiento o celebración, y un reconocimiento público que en las calles sevillanas se agrupan mayoritariamente en tres zonas.
Y, como ya le adelanté, presentan una singularidad
distintiva: si bien en otras ciudades se encuentran en las fachadas de la
universidad y edificios afines, en Sevilla, están en las de edificios
emblemáticos que nada tienen que ver con ella. Y a las pruebas me remito.
Le traigo muestras existentes en la Catedral (calle
Alemanes, avenida de la Constitución y ábside de la Capilla Real), en el Archivo
General de Indias, en el Ayuntamiento y en el Monasterio de San
Clemente. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] El original de esta entrada fue
publicado el 30 de enero de 2023, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA,
del diario digital Sevilla Actualidad.
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