(Continuación) No es poco lo que ya hemos enrocado sobre este film y sus quisicosas, más o menos ciertas, pero aún queda mucho por contar si bien antes me gustaría comentarle un apunte científico relacionado con 1931, el año de la canción ‘As Time Goes By’, y que es probable que usted recuerde de la física bachillera, en particular del campo de la física nuclear.
Deuterio, 2H
Es uno de los nombres del isótopo estable del
elemento químico hidrógeno (H), también se le conoce como hidrógeno pesado,
pudiéndose simbolizar como 2H, D o H-2 al estar constituido
su núcleo por un protón y un neutrón. Recordar que los isótopos son
nucleidos que tienen igual número de protones pero diferente número de
neutrones, es decir, el mismo número atómico Z y diferente número
másico A.
Todos los isótopos correspondientes a un valor de Z dado pertenecen al mismo elemento químico y en nuestro caso son protio (H-1), deuterio (H-2) y tritio (H-3), con las mismas propiedades químicas (ya que éstas se deben a los electrones, principalmente los de valencia), pero diferentes propiedades nucleares y muchas de las físicas (por el distinto valor de A).
El deuterio se encuentra en la naturaleza con una
abundancia del 0,015 % del total de átomos de hidrógeno (uno de cada 6500) y fue
detectado en 1931 por el químico estadounidense Harold Clayton Urey (1893-1981)
que recibió el Premio Nobel de Química en 1934 por este trabajo. Y ahora sí,
volvemos a la vertiente cinematográfica.
Otros
entresijos cinematográficos
En ese mismo año de 1943, la película producida por Warner
Bros recibía por parte de la Academia de Cine hasta tres Oscar: Mejor
Película; Mejor Director, a Michel Curtiz; y Mejor Guión, a los hermanos
Epstein (Julius J. y Philip G.) y a Howard Koch.
Como seguro sabe o recuerda, todos jugaron al juego de la descalificación entre sí, a la hora de arrogarse las autorías de las míticas frases o el inolvidable final, vanitas vanitatis; un auténtico pandemonio cinematográfico que se materializó la misma noche de entrega de las estatuillas y que, por supuesto, se lo recuerdo.
Al anunciarse el Oscar a la Mejor Película el productor Hal
B. Wallis, que había dedicado todos sus esfuerzos a ponerla en marcha, empezó
a levantarse de su asiento y abotonarse el esmoquin convencido de que sería él
quien lo recogería.
Pero hete aquí que, justo entonces, pudo contemplar
atónito cómo Jack Warner, el jefe del estudio, que nunca había confiado
en la película, se abalanzaba hacía el escenario para recoger el galardón,
estas cosas pasan. Y no, no quedaron aquí las quisicosas casablanqueras, ‘Esta
va por ti, muñeca’ ¿Continuará?
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
Te has hecho un buen montaje.
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