Centenario de Einstein en España, 1923. Lorca, Dalí y Buñuel

(Continuación) Sólo a modo de pinceladas, y relativo a la reacción producida por las teorías científicas del genial físico alemán en la obra de la no menos genial terna de artistas españoles del titular, le pongo negro sobre blanco lo siguiente.

Artes y Ciencias: Lorca

Del fuenterino, que llegó a la Residencia de Estudiantes en 1919, encontramos posibles influencias en su ‘Meditación primera y última’, en particular en estos versos que creo no necesitan explicación:     

Y el Tiempo se ha dormido  /  para siempre en su torre.  /

  Nos engañan  /  todos los relojes.  /

 El Tiempo tiene ya  /  horizontes.

Igualmente podemos encontrar referencias al tiempo como protagonista, en estas otras piezas de Federico García Lorca (1898-1936): el poema ‘Pueblo’, en su verso El tiempo duerme igualmente en la torre sin campanas; el poema ‘Maleza’, en los relojes de cuco, / sin cuco; o el tiempo detenido que aparece en ‘La selva de los relojes’; y otras más.

Artes y Ciencias: Dalí

Del figuerense, que llegó tres años después de Lorca a la “Resi”, en 1922, decir que es evidente la influencia einsteniana en sus famosos “relojes blandos” de los años treinta y en el no menos famoso “hipercubo”, figuración abstracta en cuatro dimensiones inédita hasta entonces en el arte.

En particular, del cuadro de los relojes blandos, ‘La persistencia de la memoria’ (1931), que se expone en el MoMa de Nueva York, recordar aquí que se suele utilizar como símbolo de los controvertidos cambios de hora que realizamos dos veces al año (horario de invierno y de verano) en todo el mundo.

Sin duda alguna, y durante una etapa de su vida, el surrealismo sumerge a Salvador Dalí (1904-1989) en el mundo de las ciencias (relatividad, bioquímica, mecánica cuántica, energía nuclear o teoría de las catástrofes), que les resultan extraordinariamente atractivas y motivadoras. En nuestro caso la relatividad le permite elucubrar sobre una realidad con más una dirección posible.

Artes y Ciencias: Buñuel

Y el calandino, que fue el primero en llegar a la Residencia de Estudiantes, lo hizo en 1917, resulta que también fue el primero en hacerse eco en su obra artística, de esa elasticidad einsteniana del tiempo. Fue a través de un cuento que publica en la revista Alfar el 29 de mayo de 1923, es decir poco más de tres meses después de la llegada de Albert Einstein a España. (Continuará)

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