(Continuación) El caso es que sobre energía, materia, curvatura del espacio, tiempo como cuarta dimensión y velocidad de la luz se habló durante unos cuantos días en oficinas, cafés y tranvías igual que se hablaba de política, de fútbol o de toros. Al mismo nivel.
Y eso que, ya se lo he apuntado, buena parte de lo que Einstein
explicaba en sus conferencias no estaba al alcance, ni siquiera, de personas
instruidas como médicos, literatos o políticos. Sin embargo, eso no era obstáculo
para que el pueblo quedara seducido por las peculiaridades de la relatividad y,
sobre todo, por la personalidad de quien las defendía.
Como una estrella
de rock
Pues así fue y las viñetas hicieron de él uno de sus
protagonistas inmerso en la realidad cotidiana, como la del ABC del 2 de
marzo donde lo describía así: “La boca es sensual, muy encarnada, más bien
grande; entre los labios se dibuja una sonrisa permanente, bondadosa o irónica.
¿Quién podría definirlo? Es alto (acaso tenga 1,75 metros)”. No me digan.
Sábado 10 y domingo
11 de marzo
Los días siguientes quedaron libres para el matrimonio, que aprovecharon
para realizar visitas a su aire. La prensa de la época nos dice que el 10 visitaron
de nuevo el Museo del Prado como unos turistas más, en particular las salas de
Velázquez y El Greco, que comieron con el embajador alemán y pasaron la tarde
con sus familiares.
[*] Introduzcan
en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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