Sí, el grueso ejemplar magníficamente presentado que tengo en mi mesa va de gastronomía como ya se habrá imaginado, pero no se puede quedar en su ejercicio mental si lo que quiere es, tener una idea más completa de su contenido. Y para eso estamos nosotros que nacimos con vocación de servicio.
Para empezar, y que no se llame a engaño, se trata de un libro de cocina sin recetas, como lo lee, si bien a cambio nos ofrece cientos de respuestas a dudas que, probablemente, le ayudarán a mejorar sus platos, dicho esto en sentido amplio.
Pero no solo sobre la forma de preparar y cocinar carnes, pescados, mariscos o verduras habla nuestro ejemplar de hoy, también pasa revista y hasta pone en tela de juicio, saberes y creencias populares muy extendidas y relacionadas con el uso de ciertos utensilios, algunos ingredientes o determinadas técnicas culinarias.
Y todo ello lo lleva a cabo el autor ofreciéndonos una pizarra de tapas, platos, medias raciones y raciones informativas y formativas, es decir que marchando un completo cultural sobre el mundo cocina, de la que, para que se haga una idea, le presento el contenido interrogativo de esta primera comanda.
¿Por qué es mejor no pelar las patatas para cocerlas?; ¿Por
qué se sale el agua de hervir la pasta y como evitarlo?;¿Por qué es mejor
cortar la carne con un cuchillo dentado?; ¿Por qué el arroz integral tarda más
en hacerse?; ¿Por qué no se deben echar granos de pimienta enteros en los
adobos?; ¿Por qué la forma de cortar el ajo influye en su sabor?
Un menú de cuestiones bastante atractivo por variado del que hay que decir que todas sus respuestas están basadas en recientes estudios e investigaciones llevadas a cabo por un equipo multidisciplinar formado por científicos, carniceros, reposteros, cocineros o artesanos del queso. De todo como en botica y debe ser.
Un trabajo nada exento de rigor científico que sin embargo resulta de lectura asequible y amena para el publico en general, dado que está escrito de forma didascálica, con buenas dosis de humor y acompañado de abundantes y coloridas ilustraciones.
Un plato combinado nada fácil de conseguir, a pesar de su
aparente simpleza cognitiva; es probable que de muchas de estas preguntas, unas
impertinentes otras divertidas y estotras inquietantes, no conozca su respuesta
correcta.
Gracias a su lectura aprenderá por qué no hace falta hervir la pasta en un gran volumen de agua; por qué el jugo rojo que sale de la carne no es sangre; por qué el número de varillas condiciona la calidad de los batidores; por qué el adobo no ablanda la carne; por qué tapar, por qué no tapar, por qué hay que destapar después tapar y de nuevo volver a destapar la carne asada; por qué la carne cortada con cuchillo de pan es más sabrosa.
En total son siete centenares de cuestiones ligadas al universo de la gastronomía las que contemplan esta rara avis editorial, que puede ser un buen regalo para todos los miembros de la familia siempre que sus miembros experimenten curiosidad, deseo de saber, sobre este entorno.
No, no se me ha pasado el
detalle, el título del libro es una de las preguntas que se responden en él y
sí, con su permiso, no se la responderé en esta reseña. En compensación le dejo
con una última comanda mixta, entre interrogativa y exclamativa: ¿Por qué
hay que preparar las judías verdes con agua hirviendo y las patatas con agua
fría?; ¿Por qué el agua no quita el picante de la boca, pero la leche sí?; ¿Por
qué hay que salar la carne la víspera de cocinarla?
Por qué la fresa y la
manzana son verduras; por qué la sal tarda tanto en penetrar en la carne; por
qué el vinagre balsámico no es vinagre; por qué hay que evitar salar la yema en
los huevos al plato. Un libro recomendado,
recuerde.
TÍTULO: ¿Por qué los espaguetis a la boloñesa no existen?
AUTOR: Arthur Le Caisne
EDITORIAL: Larrouse, 2020
Tiene buena pinta
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