DCPS. Placa conmemorativa de la Primera Circunnavegación (1)

Está colocada en la fachada lateral de un edificio que nació como pequeña ermita marinera (1526) y, con el paso del tiempo, también fue convento, sala de exposiciones, sede de una fundación privada, instituto americanista y hasta museo de carruajes (2020). 

Un edificio ubicado en la orilla de poniente del rio Guadalquivir, en plena Plaza de Cuba esquina con la calle Juan Sebastián Elcano, en lo que otrora fue arrabal y hoy sevillano barrio de los Remedios.

Se trata de una placa enmarcada de mármol con la que se celebra la extraordinaria gesta de la Primera Vuelta al Mundo, pero que no fue colocada hasta el 12 octubre de 1919 es decir cuatrocientos (400) años después del impresionante suceso.

Un reconocimiento bastante tardío y, si lo piensa, no menos chusco pues el mármol cuenta tan solo con un siglo de existencia; pero bueno, como dice el refranero “más vale tarde que nunca” o “no hay mal que cien años dure”.

Ya, pero hablamos de una de las mayores aventuras de toda la historia de la humanidad, una que cambió la faz del mundo y tuvo precisamente en esta ciudad “su alfa y su omega”, su principio y su fin. Así que no sé.

‘Armada de la Especiería’

Una expedición también llamada ‘Flota de las Molucas’ que partió del sevillano Muelle de Mulas el 10 de agosto de 1519, capitaneada por el navegante portugués Fernando de Magallanes (1480-1521).

Una empresa con un objetivo exclusivamente comercial que, sin pretenderlo, finalizó el 8 de septiembre de 1522, con el marino español Juan Sebastián Elcano (1476-1526) al mando y dando la Primera Vuelta al Mundo, un objetivo científico-técnico. Estas cosas pasan.

Un viaje tan importante para la humanidad como la llegada del hombre a la Luna, su primer hollamiento en la segunda mitad del siglo XX, o los mismos viajes de Colón, el descubridor de América en las postrimerías del XV.

De hecho, para algunos exégetas fue incluso más importante pues, al fin y al cabo, originó transcendentales cambios en la civilización de aquella época y se trató, desde luego, del primer paso hacia la globalización.

Echando números

Por otro lado, estamos ante la mayor travesía marítima de todos los tiempos de la que, entre otros números, le resalto: su duración, 3 años y 14 días; su recorrido, treinta y siete mil setecientas cincuenta y tres millas náuticas (37 753 M), unos sesenta y nueve mil novecientos dieciocho kilómetros (69 918 km);

O su coste humano, la finalizaron tan solo dieciocho (18) hombres de los doscientos treinta y nueve (239) que la iniciaron; su coste en embarcaciones, volvió una (1) sola de las cinco (5) que partieron, la nao Victoria; y su enorme rentabilidad económica, ya que el valor de su cargamento de clavo y canela superó el gasto de toda la travesía, 8 346 379 maravedíes, dando un beneficio de más de trescientos mil. (Continuará)

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[**] El original de esta entrada fue publicado el 26 de septiembre de 2022, en la sección DE CIENCIA POR SEVILLA, del diario digital Sevilla Actualidad. 

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