[Esta entrada apareció publicada el 21 de octubre de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Del latín aphorismus y éste del griego “definir”, según la RAE es aquella “Sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o arte”, y todo apunta a que nace con el griego presocrático Heráclito, quien entre otras máximas tiene ‘La armonía invisible es mayor que la armonía visible’. Y si bien el término como tal lo utiliza por primera vez Hipócrates de Cos -“el padre de la medicina”, el del supuesto juramento hipocrático y a quien debemos ‘Ars longa vita brevis’-, posteriormente se aplicó al resto de las ciencias y, por último, a todo tipo de conocimiento humano.
Sí, aforismo y ciencia de la mano, porque desde los antiguos griegos hasta la actualidad no han dejado de tenderse puentes entre ellos, no siendo pocos los científicos que se han adentrado en este breve género literario incorporándolo como un registro más de su quehacer divulgador. Una especie de convergencia resonante si me apura, o el aforismo científico como género literario.
Naturalmente,
sobre esta máxima que es el aforismo, y que por su brevedad bien podríamos definirla
como “proposición que encierra mucho sentido en pocas palabras”, existen diversas
opiniones, incluso, encontradas. No en vano, intercaladas en una conversación, se
convierten en una de las mejores formas humanas de navegar entre la certeza y
la incertidumbre.
Y de muestra le ofrezco este par de botones laudatorios, del “fantasmal” José Bergamín: ‘El aforismo no es breve; es inconmensurable’; ‘No importa que el aforismo sea cierto o incierto; lo que importa es que sea certero’. Y uno del “absurdo” Jardiel Poncela: ‘La mayoría de los aforismos son falsos, si se exceptúan los aforismos científicos, los cuales son falsos en su totalidad’.
Claro que ya que he citado
científicos vaya también éste de Ángel Ganivet: ‘El aire es utilísimo
para la vida. Siempre que os pongáis delante de un hombre debéis recordar este
aforismo: Un hombre, por mucho que valga, vale menos que el volumen de aire que
desaloja’. Algo largo quizás para ser un aforismo, pero está totalmente cargado
de vital certeza.
Le dejo con algunas de estas sabias frases, unas de ellas anónimas, otras identificables y estotras identificadas, con las que espero disfrute. Y lo hago retomando a Heráclito -defensor del fuego como primera materia y fuerza del universo, recuerde los cuatro elementos (agua, aire, fuego y tierra)-, de él son: ‘El sol es nuevo todos los días’, ‘En la circunferencia, el principio y el fin coinciden’.
Y con respecto
a la actividad hipocrática, el cuestionable ‘Los médicos cortan, queman,
torturan. y haciendo a los enfermos un bien, que más parece mal, exigen una
recompensa que casi no merecen’. Me despido con uno que sé, le resultará
irresistible ‘Existir
no es demasiado probable’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog]
las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información
sobre ellas.
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