(Continuación) Entre otras publicaciones de Ramón Ferrando se cuentan: Materia y Radiación (1924), Los cuantos de acción (1933) y Micromecánica Elemental (1951), lo que nos está nada mal. Es más, el discurso inaugural del curso 1924-25 que Ramón Ferrando pronunció en la universidad de Murcia llevaba por título ‘Materia y radiación’. O sea.
Y unos años después, en 1931, había
incluido ya los fundamentos de la relatividad dentro del temario de sus
clases, como materia reglada a impartir. O sea, que muy bien por el humanista
matrimonio de Moliner y Ramón.
Definición
de “día”
Pero hete aquí que a manos del nobel colombiano llegó una definición de día que la lexicográfica española Moliner había redactado en su diccionario, rezaba como “Espacio de tiempo que tarda el Sol en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra”.
Un doble fallo más que evidente, incluso para un escolar,
aunque éste sea una víctima de la LOGSE, porque: uno, sabido es que un día
es el tiempo que tarda nuestro planeta en dar una vuelta alrededor de su propio
eje (movimiento de rotación).
Y dos, el Sol no da vueltas en torno a la Tierra, sino que sucede al revés; precisamente el tiempo que tarda en dar una a su alrededor, movimiento de traslación, es la propia definición de año. Por cierto, año y día son las dos únicas unidades naturales de medida del tiempo, las demás, siglo, mes, semana, hora, minuto o segundo son artificiales.
Así que María, como buena escribana que era, había
echado un borrón y esto, el “bueno” de Gabo, o Gabito para sus
familiares, menuda prenda para según qué cosas, tardó horas veinticuatro (19 de
mayo de 1982) como quien dice, en tacharlo de fallo “imperdonable” y “escandaloso”.
Lo hizo en otro artículo que sobre diccionarios publicó el mismo diario de
marras, ya me entiende.
Gabo,
Gabo
El mismo señor que unos años después, en la inauguración del ‘Primer Encuentro de la Lengua Española, 1997’ en Zacatecas (México) pidió, con un par, la jubilación de la ortografía y la gramática, como lo lee, y que no quedó la cosa ahí.
El buen escritor pasó a la acción aportando algunas sugerencias
e ideas y propuso, entre otras, suprimir las haches, unificar bes y uves y
especializar ges y jotas. Creo que hay algo enrocado. Por aportar un dato
positivo a la falacia gabita, quiero pensar que, tal vez por ella, la
definición de día se corrigió en una edición póstuma del diccionario en 1998. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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