[Esta entrada apareció publicada el 08 de julio de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Pasa por ser el combustible del futuro. La clave para la ecológica transición energética que todos deseamos y, en opinión de no pocos expertos, la opción más prometedora para descarbonizar el planeta en busca de cumplir el más que deseable objetivo de cero emisiones en 2050. Que a saber dónde estaremos para entonces y si lo habremos conseguido; pero lo cierto es que se piensa en él por dos características: abundancia y sostenibilidad.
El hidrógeno (H) no solo
es el elemento químico más abundante en todo el universo, sino que,
cuando reacciona con el oxígeno (O), produce energía y vapor
de agua, H2O (g), en vez de los indeseados gases de efecto
invernadero. Ergo es inagotable y cien por cien sostenible, perfecto,
¿entonces por qué no lo utilizamos ya?
Pues porque nada es como parece. Resulta que como elemento químico sí es el que más abunda, pero en la Tierra, como sustancia simple H2 (g), es muy difícil encontrar en estado libre, dada su baja masa molar (2 g/mol) que le hace escapar fácilmente de la gravedad terrestre (9,81 N/kg). Es la más ligera que existe, un escapista de cuidado y seguro que, como átomo con un sólo protón y un único electrón lo recuerda en la primera casilla de la Tabla Periódica de Elementos Químicos, ésa que colgaba en una de las paredes del laboratorio del colegio.
'Días de escuela. La letra con sangre entra, otro
capón’, cantaba en 1978 el grupo de rock madrileño Asfalto. Perdone
la digresión. Es decir, que para tener suficiente gas hidrógeno no nos queda
otra que producirlo industrialmente y aquí empiezan las dificultades. Aunque
antes de continuar me gustaría abrir un paréntesis.
Como combustible el hidrógeno no es nuevo para el hombre, de hecho, el primer motor de combustión de la historia fue de esta sustancia y se utilizó para propulsar a los zepelines. Fue así hasta la desgraciada explosión del Hindenburg en el cielo de Nueva Jersey (1937), una tragedia que marcó el final de la era dorada de estos aerostatos y la caída en su uso como combustible, a excepción hecha de algunos casos puntuales. Por citar uno, dada su baja densidad, la NASA lo ha utilizado para propulsar algunos de sus cohetes y así el hidrógeno nos ha llevado a la misma Luna.
No obstante, los tiempos cambian y el interés por él ha vuelto. En la actualidad la demanda es de unos setenta millones de toneladas anuales y se ha triplicado desde los años 70. Se utiliza en la industria con diferentes fines: refinar petróleo, fabricar la aleación acero o producir amoniaco (NH3). Aunque, todo hay que decirlo, son plantas experimentales y además no siempre utilizan hidrógeno verde, pero, ¿cuántos hidrógenos existen?
[*] Introduzcan en [Buscar
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desean ampliar información sobre ellas.
ÍNDICE
A qué tipos se refiere? Los isótopos quizás?
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