(Continuación) De hecho, tanta curiosidad despierta, es probable que usted mientras lee estas líneas haya empezado a esbozar uno ¿Sí?, bueno, no se preocupe, estas cosas pasan y además no tienen importancia, es algo humano, y nada de lo humano me resulta ajeno.
Aburrimiento y primer bostezo
Por cierto, y asociado a su significación de aburrimiento,
desde siempre bostezar ha sido visto como un gesto maleducado, una descortesía
que a toda costa debemos evitar, de ahí que, en público, solamos hacerlo de
forma disimulada a fin de no ser vistos. Lo dejo aquí por ahora, pero no está
nada claro lo de la relación con el aburrimiento.
Y es que quiero, antes de continuar y si me lo
permite, realizar una corrección. No es cierto que demos nuestro primer bostezo a los cinco minutos de
nacer, no, al parecer, estos no comienzan tras el nacimiento, sino que tienen
lugar ya durante la misma gestación.
Más en concreto bostezamos a partir de los últimos cinco meses de la concepción, lo que tiene su importancia médica pues, según una investigación llevada a cabo por las universidades de Durham y Lancaster (Reino Unido) y publicado en PLoS Medicine, este acto podría informarnos sobre el desarrollo del feto y ser un indicador más sobre su salud.
Bostezos animales
Una cosa sí parece estar clara. Otros animales,
estos no racionales, también lo hacen aunque hay diferencias entre ellos y así,
muchos de los carnívoros bostezan mientras que los herbívoros lo hacen en muy
raras ocasiones. Vamos que, como la alegría, el bostezo va por barrios.
Y no parece importar el tamaño pues bostezan desde
el rinoceronte o el león, hasta aves y peces, pasando por monos, gatos, ratas y
ranas. Todos lo hacen, aunque eso sí, en momentos distintos y por razones diferentes
que aún desconocemos.
A ciencia cierta podemos decir que el bostezo es común en todo el reino animal, pero aún no sabemos por, para y qué es, dependiendo para más inri, de la especie. Por ejemplo, entre los simios, los machos alfa bostezan más que los que ocupan una posición menos relevante.
Un acto cuya frecuencia aumenta conforme ascienden
en la escala social, por lo que puede tratarse
de un mecanismo para establecer el orden jerárquico,
pero ya le digo, no hay nada seguro. También sabemos de animales que bostezan cuando
se acerca un momento importante del día o algo que requiera de toda su
atención.
Leo que leones y mandriles lo hacen cuando llega la
hora de la comida, que un pez tropical (el luchador de Siam) casi nunca bosteza
solo, pero en presencia de otro multiplica el ritmo de bostezos por 300 y, si se
va a pelear, bosteza aún más. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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