[Esta entrada apareció publicada el 14 de enero de 2022, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
A raíz de un enroque del reciente doodle dedicado al científico Stephen Hawking por el gigante de los metabuscadores, un atento y curioso lector me transmitía la más que pertinente cuestión del encabezado. Y dado que nacimos con vocación de servicio he aquí mi respuesta.
Dicho calificativo hace
referencia al titular de la Cátedra Lucasiana
de Matemáticas de la Universidad de Cambridge,
cuyo nombre deriva de Henry Lucas, miembro del parlamento inglés por dicha universidad que la fundó en diciembre
de 1663, siendo establecida oficialmente por Carlos II en 1664.
En su testamento, Lucas, legó a la universidad una importante biblioteca de 4000 volúmenes, entre ellos un ‘Dialogo sobre…’ (1632) de Galileo, además de dejar dispuesto que se compraran tierras suficientes como para obtener un rendimiento anual de cien libras, cantidad con la que se fundaría y mantendría dicha cátedra. La primera que se creaba en la universidad de Cambridge desde 1540.
Entre otras indicaciones también dejó estipulado que el
profesor que la ocupase debería impartir al menos una clase de Matemáticas
semanal; reservar un mínimo de dos horas cada siete días para atender las dudas
de los alumnos; y denegar cualquier cargo eclesiástico que exigiera vivir fuera
de Cambridge o dedicarse a “salvar almas”. Buena pedagogía para un Cambridge
que, por aquel entonces distaba mucho de ser un referente académico.
Por otro lado, existe una tradición no escrita, según la cual, todo buen lucasiano debe dejar libre su puesto cuando roza la setentena. El primer titular de la misma fue Isaac Barrow, al que siguió uno de sus discípulos, Isaac Newton, a quien la fama de la cátedra le debe no poco, y así hasta completar un total de 19 ocupantes en los 358 años de existencia. En la actualidad la ocupa Michael Cates y en ese ínterin ha tenido de inquilino a celebridades como Edgar Waring, Charles Babbage, George Stokes, Paul Dirac o el “culpable” de estas líneas, Stephen Hawking.
Grandes hombres de ciencia
vinculados al Reino Unido, en su mayoría miembros de la Royal Society, y
algunas de las mentes más poderosas en la historia de la Física y las
Matemáticas. Hombres que han ocupado este “trono” y entre los que no encontraremos a
ninguna mujer, no, ninguna a lo largo de estos tres siglos y medio de
existencia.
Una cátedra, la lucasiana, que está considerada como la profesoral de matemáticas más célebre del mundo, nivel que no está nada mal si tenemos en cuenta que cuando la ocupó Newton, los estudiantes aún memorizaban a Aristóteles y, comparada con Oxford, Cambridge era una universidad estancada cuya educación, según algunos, solo servía para ser un sacerdote competente o un mal médico. ‘Hinc lucem et pocula sacra’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
ÍNDICE
No hay comentarios:
Publicar un comentario