martes, 7 de diciembre de 2021

Sismicidad y escalas [CR-160]

[Esta entrada apareció publicada el 26 de noviembre de 2021, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

Sismicidad es la medida de la actividad sísmica en algún lugar concreto, y puede ser alta o baja según su frecuencia e intensidad a lo largo del tiempo. También conocida como sismo, seísmo o terremoto no son más que las sacudidas o movimientos bruscos del terreno, generalmente producidos por disturbios tectónicos o volcánicos. 

Del estudio de sus orígenes y las formas como se propagan las ondas sísmicas a través de la Tierra se encarga la ciencia de la sismología, que las mide mediante un sismógrafo o sismómetro, instrumento inventado en 1842 por el físico escocés James David Forbes.

En el caso concreto de disturbios volcánicos, como los actuales de la isleña La Palma, se utiliza el término tremor para aludir a ‘un terremoto característico de los volcanes que refleja modificaciones en su estado interno’

Por cierto, palabra sin tilde y aguda, se pronuncia acentuando la última sílaba, y no llana como se suele oír en radio y televisión, con el acento en la primera sílaba a modo de voz inglesa o latina; algo que solo sería posible si se escribiese con tilde en la "e". 

Una sismicidad que como fenómeno natural obedece a leyes y principios físicos, en este caso al principio de inercia, resistencia que todos los cuerpos ofrecen al movimiento o cambio de velocidad, en el que está fundamentada una de las dos escalas sismológicas utilizadas, la escala de Richter.

También llamada escala de magnitud local, es la más conocida y científica de las empleadas para determinar la violencia de los terremotos, fue inventada y diseñada por el físico estadounidense Charles F. Richter en 1935. Basada en la amplitud de la mayor onda sísmica registrada por el sismógrafo, se trata de una escala abierta y logarítmica que se expresa en números árabes.

Pero siendo del todo necesario su uso, resulta que no es suficiente pues puede ocurrir que un terremoto en Japón de 8,8 grados en la escala de Richter, sea menos destructivo que uno de 6,2 grados en Italia. De modo que la intensidad de un terremoto no está del todo determinada por su amplitud, sino que hay que tener en consideración también sus consecuencias, empíricamente observadas.

Aquí es cuando aparece la segunda, la escala de Mercalli, que no se basa en los registros científicos realizados por los sismógrafos, sino en los efectos generados en las estructuras y en la sensación percibida por la gente. 

Es decir que mientras la Richter mide el movimiento sísmico en sí, la Mercalli mide los daños que ese movimiento ha provocado. Y no es la única diferencia, la Mercalli es una escala cerrada, lineal y que se expresa en números romanos. Le dejo con Richter, ‘Solo los locos y los embusteros predicen terremotos’.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

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