martes, 28 de septiembre de 2021

Medicina científica [CR-150]

[Esta entrada apareció publicada el 17 de septiembre de 2021, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]

O simplemente medicina, ese saber técnico fundamentado en el conocimiento científico y racional de la naturaleza, que realmente puede llegar a curarnos. Aunque si lo prefiere la adjetivamos también como alopática, occidental o convencional, en cualquier caso, es la oficial en nuestro sistema de salud y la que nace de la mano de emergentes cuerpos de conocimientos entre los que le destaco un septeto. 

La nueva fisiología -entendida como ciencia encargada de estudiar las funciones (origen, desarrollo y proceso evolutivo) de los seres vivos-, que descarta de pleno hipótesis erradas como el vitalismo, según el cual la vida se debe a una “fuerza vital”, no explicable en términos químico-físicos. Pongamos que estamos en la primera mitad del siglo XIX.

También a la teoría microbiana o germinal de la enfermedad, que propone a los microorganismos -pequeños organismos patógenos en los que se incluyen virus, bacteria, protista, hongo o prion- como causa de una amplia gama de enfermedades. Un descubrimiento realizado en la segunda mitad del siglo XIX y debido fundamentalmente al científico francés Louis Pasteur y al alemán Robert Koch

O las técnicas de la anestesia y la asepsia, actos médicos encargados, el primero, de bloquear la sensibilidad táctil y dolorosa de un paciente mediante fármacos y, el segundo, de conservar la esterilidad mediante limpieza y uso correcto del material. El concepto moderno de ambas prácticas evolucionó, sobre todo, a lo largo del siglo XIX.

Y claro, la vacunación o administración de una vacuna, capaz de generar inmunidad adquirida contra una enfermedad mediante la producción estimulada de anticuerpos. En su intrahistoria, y entre los siglos XVIII y XIX, aparecen nombres propios como el de la británica y pionera Mary Montagu o el del inglés, padre de la inmunología, Edward Jenner

Sin olvidarnos por supuesto de la teoría celular (1830), parte fundamental de la biología que explica la constitución de los seres vivos basada en células, y que tiene a su principal valedor en Rudolf Virchow, polímata alemán considerado padre de la patología moderna y de la idea, según la cual, toda célula se origina a partir de otra célula.

Ni de la teoría ni de su desarrollo, al que contribuye la teoría neuronal de finales del siglo XIX del nobel español y padre de la neurociencia moderna, Santiago Ramón y Cajal, por la que las neuronas, tipo particular de células, son la unidad estructural y funcional del sistema nervioso. 

Ni que decirle tengo que los avances en medicina siguieron y siguen siendo innumerables, si bien no es menos cierto que quedan muchos interrogantes por resolver y demasiados males para los que no se conoce, aún, remedio, lo que no significa que sean imbatibles. Le dejo con el patólogo alemán y su ‘omnis cellula ex cellula’.

[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.

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