O lo que es lo mismo, cuando Homer, el orondo padre de la amarilla y televisiva familia de dibujos animados Los Simpson, le enmendó la plana al jurista y matemático francés Pierre de Fermat (1601-1665) y lo hizo, además, acerca de su famoso “último teorema”, el mismo que el francés afirmó haber demostrado, pero de lo que no dejó la menor prueba.
Último teorema de Fermat
Por
situarle en el tiempo y de manera breve, recordar que este teorema fue
conjeturado por el francés en 1637, pero no fue demostrado hasta trescientos
cincuenta y ochos años después, en 1995. Lo hizo el matemático británico Andrew
Wiles (1953) y su antiguo ayudante el también matemático y británico Richard
Taylor (1962), que trabaja en el campo de la teoría de números.
Por
cierto, nota cultureta, Richard es hijo del físico y matemático británico John Clayton Taylor (1930), quien ha realizado interesantes
aportaciones en la teoría
cuántica de campos y la física de partículas elementales. Fin de la nota.
Volviendo al teorema que nos trae, viene a decir que: ‘Si ‘n’ es un número entero mayor que 2, entonces no existen números enteros positivos ‘x’, ‘y’ y ‘z’, tales que cumplan la igualdad matemática: xn + yn = zn.
Teorema de Pitágoras
Es
una ecuación que, para n = 2, a todos nos resulta de lo más familar, al
tratarse de lo que conocemos como teorema de Pitágoras, reconocido por todos, no
en vano es una relación fundamental en geometría euclidiana entre los tres lados de
un triángulo rectángulo.
Y
para la que existen infinitas ternas de número enteros x, y, z que cumplen con
la ecuación, por ejemplo:
32 + 42 =
52 ;
62 + 82 = 102 ;
Es
la famosa relación pitagórica que podemos definir como, ‘En todo triángulo
rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de
los catetos’, y expresar matemáticamente, a2 + b2 = c2
Pero eso sí, esto es cierto hasta el valor exponencial n=2, a partir de ese número el teorema de Fermat es inexorable y ya no se cumple. Algo cierto de toda certeza al estar comprobado, hasta donde se ha podido, y, lo que es mejor aún, demostrado. Y de esta demostración, viene la sorpresa de la entrada.
En
primer lugar, ¿qué tiene que ver el ficticio, amarillo e inefable autor de
frases de "calado" (“Existen tres clases de hombres, los que saben sumar y los
que no”), con quien es referido, nada menos que, como el ‘Príncipe de los aficionados’?
El
mismo hombre que, junto a René Descartes (1596-1650) y Johannes
Kepler (1571-1630), fue indudablemente uno de los principales matemáticos de la primera
mitad del siglo XVII. No, no parece que tengan mucho que ver los dos hombres.
(Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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