(Continuación) No, no
se ha equivocado como lector, continua la serie de entradas enrocadas acerca de
la ciencia que acompaña a la arena y el agua, a la hora
de explicar algunos fenómenos naturales como la estival construcción de castillos de arena en la playa. Esa que tiene uno de sus últimos porqués en
los científicos conceptos de electricidad y teoría de enlaces químicos, pero que un servidor le remató con la
epatante y musical expresión del titular.
De modo que con su
permiso abro esta especie de paréntesis cultureta-musical, a fin de llenar de
contenido la ‘brometa’ de culpabilidad con la que finalizaba el viernes, la de
la supuesta culpa del cha-cha-chá que, como ya se imagina, no tiene nada que
ver ni con la electricidad ni con el efecto pegamento de las moléculas de agua (H2O), pero que ahí está. Empecemos.
Ritmo y canción
El chachachá es un género musical, así como un estilo de
baile popular cubano, que a partir de los comienzos de los años cincuenta (1951)
del siglo pasado, empezó a adquirir gran popularidad en todo el mundo. De la
estrecha vinculación entre música y baile nos ofrece una buena prueba su propio
nombre, chachachá, en realidad una onomatopeya del
sonido que producían los pies de los bailarines al golpear rítmicamente el suelo
en los clásicos tres golpes sucesivos: cha-cha-chá. O lo que es lo mismo, tres en
uno de una tacada: ritmo, género y baile.
La canción doy por seguro
que la conoce y recuerda, pero por si no es el caso le refresco la memoria. Es
la octava pieza de las dos manitas incluidas en ‘Privado’, álbum de estudio
de 1989 del grupo español Gabinete Caligari
creado en 1981, y su letra, naturalmente a ritmo de chachachá, narra un ficticio
y fortuito flirteo en un bar.
Pero según el propio
autor, la verdadera historia de la canción parte de lo que le aconteció una
noche con una mujer de Barcelona, de apellido Brunet, que lo dejó esperándola
toda la velada fuera de un nightclub. A saber lo que ocurrió realmente y es
que, como dijo alguien, la noche confunde.
Por lo que cuenta fue una
noche de desamor para el cantante con un culpable claro que, probablemente,
usted está escuchando inconsciente y machaconamente ahora mismo en
su cabeza en forma de estribillo: ‘La culpa fue del cha-cha-chá / que tú me
invitaste a bailar’. Lo dicho, a saber.
Gabinete Caligari, el nombre del grupo
Lo que parece sabido
es esta otra historia, la del origen del nombre de este grupo de rock español,
que formó parte de la corriente conocida como movida madrileña y que, tras
tener distintos componentes y nombres, en 1981 pasó a denominarse Gabinete Caligari, integrado por los entonces estudiantes
universitarios: Jaime Urrutia (voz y guitarra), Fernando ‘Ferni’ Presas (bajo)
y Eduardo ‘Edi’ Clavo (batería).
Cuentan que el nombre
se les ocurrió mientras hojeaban y ojeaban un libro de cine de terror, en el que
había un fotograma de la película muda ‘El Gabinete del Dr. Caligari’ de
1920, dirigida por Robert Weine. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
¿Qué pesa más la arena seca o la húmeda?
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