domingo, 30 de agosto de 2020

‘La culpa fue del cha-cha-chá’. Arte y Ciencia (1)

(Continuación) No, no se ha equivocado como lector, continua la serie de entradas enrocadas acerca de la ciencia que acompaña a la arena y el agua, a la hora de explicar algunos fenómenos naturales como la estival construcción de castillos de arena en la playa. Esa que tiene uno de sus últimos porqués en los científicos conceptos de electricidad y teoría de enlaces químicos, pero que un servidor le remató con la epatante y musical expresión del titular.
De modo que con su permiso abro esta especie de paréntesis cultureta-musical, a fin de llenar de contenido la ‘brometa’ de culpabilidad con la que finalizaba el viernes, la de la supuesta culpa del cha-cha-chá que, como ya se imagina, no tiene nada que ver ni con la electricidad ni con el efecto pegamento de las moléculas de agua (H2O), pero que ahí está. Empecemos.
Ritmo y canción
El chachachá es un género musical, así como un estilo de baile popular cubano, que a partir de los comienzos de los años cincuenta (1951) del siglo pasado, empezó a adquirir gran popularidad en todo el mundo. De la estrecha vinculación entre música y baile nos ofrece una buena prueba su propio nombre, chachachá, en realidad una onomatopeya del sonido que producían los pies de los bailarines al golpear rítmicamente el suelo en los clásicos tres golpes sucesivos: cha-cha-chá. O lo que es lo mismo, tres en uno de una tacada: ritmo, género y baile.
La canción doy por seguro que la conoce y recuerda, pero por si no es el caso le refresco la memoria. Es la octava pieza de las dos manitas incluidas en ‘Privado’, álbum de estudio de 1989 del grupo español Gabinete Caligari creado en 1981, y su letra, naturalmente a ritmo de chachachá, narra un ficticio y fortuito flirteo en un bar.
Pero según el propio autor, la verdadera historia de la canción parte de lo que le aconteció una noche con una mujer de Barcelona, de apellido Brunet, que lo dejó esperándola toda la velada fuera de un nightclub. A saber lo que ocurrió realmente y es que, como dijo alguien, la noche confunde.
Por lo que cuenta fue una noche de desamor para el cantante con un culpable claro que, probablemente, usted está escuchando inconsciente y machaconamente ahora mismo en su cabeza en forma de estribillo: ‘La culpa fue del cha-cha-chá / que tú me invitaste a bailar’. Lo dicho, a saber.
Gabinete Caligari, el nombre del grupo
Lo que parece sabido es esta otra historia, la del origen del nombre de este grupo de rock español, que formó parte de la corriente conocida como movida madrileña y que, tras tener distintos componentes y nombres, en 1981 pasó a denominarse Gabinete Caligari, integrado por los entonces estudiantes universitarios: Jaime Urrutia (voz y guitarra), Fernando ‘Ferni’ Presas (bajo) y Eduardo ‘Edi’ Clavo (batería).
Cuentan que el nombre se les ocurrió mientras hojeaban y ojeaban un libro de cine de terror, en el que había un fotograma de la película muda ‘El Gabinete del Dr. Caligari’ de 1920, dirigida por Robert Weine. (Continuará)
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