[Esta entrada apareció publicada el 12 de junio de 2020, en la
contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden
leer]
A semejanza de los
naturales, el hombre ha sido capaz de crear en los laboratorios virus sintéticos,
unos agentes capaces de actuar en sistemas bioquímicos y no bioquímicos como,
por ejemplo, en los informáticos. Hablamos de un virus de computadora,
entendido como algoritmo o programa diseñado con el fin de instalarlo en un
dispositivo sin el consentimiento del usuario, con el objetivo de reproducirse
y provocar algún tipo de daño en el mismo.
La historia de estos
virus cuenta con siete décadas de existencia pues hay cierto consenso a la hora
de admitir, como primer virus del mundo, un trabajo académico (1949) de John
von Neumann, publicado a título póstumo como ‘Teoría de los autómatas
auto-reproductivos’, y en el que se describe cómo un programa de ordenador
puede ser diseñado para reproducirse a sí mismo.
De ahí que al matemático
húngaro-estadounidense se le considere ‘padre teórico de la virología
informática’. Con posterioridad, Frederick B. Cohen, escribió en 1983 un
sencillo programa capaz de ‘infectar’ ordenadores, replicarse y extender sus
copias de una máquina a otra, gracias a ir oculto en el código de un programa
legítimo que podía cargarse mediante disco flexible.
Es por tanto uno de los
primeros virus de computadora. Por cierto, el estadounidense es el autor de la
definición de virus informático y quien postuló, en 1987, que ningún
algoritmo sería capaz de detectar todos los posibles virus existentes, una
hipótesis que fue demostrada con posterioridad.
Naturalmente no
transcurrió mucho tiempo hasta que aparecieron los antivirus -programas
cuyo objetivo no es otro que detectar y eliminar virus informáticos, y en
algunos casos contener o parar la contaminación-, siendo uno de los primeros
documentados el escrito ‘ex profeso’ para combatir al famoso virus ‘Jerusalén’
(1987).
Ya de la que va, ¿sabe
que a estos virus también se les puede ‘poner en cuarenta’? Es una de
las opciones que cualquier programa antivirus propone cuando detecta un archivo
infectado, la de dejarlo en cuarentena, y que como ya imagina consiste en
almacenarlo en una zona segura del software, a fin de que no pueda transferir
el virus a otros archivos, para posteriormente decidir lo que hacer con ellos.
Tras lo expuesto, queda a
la vista que no hay mucha diferencia entre la virología biológica,
entendida como parte de la microbiología que estudia los virus, y la virología
informática que hace lo propio con otros tipos de agentes infecciosos. No,
apenas la hay, y es que los virus son virus y no pueden discriminar.
Sí, el
lenguaje es un virus o, como dijo alguien, viene a ser como un trozo de ácido
nucleico rodeado de malas noticias. No en vano lo espetó el inefable Hawking,
‘Los virus de computadoras deberían ser considerados como vida’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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