martes, 23 de junio de 2020

Cuento y pasatiempo de la rana [CR-89]

[Esta entrada apareció publicada el 22 de mayo de 2020, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Cuento. ‘Érase una vez un grupo de ranas que saltaban por el bosque cuando una de ellas, traviesa y distraída, se cayó en un pozo. Nada más darse cuenta, las demás corrieron a asomarse con la intención de ayudarla y al instante, con preocupación, vieron que éste era muy, muy, profundo. Tanto que, saltaba a la vista, era casi imposible para una rana como ellas, salir de él. De ahí que, al poco de ver los desesperados esfuerzos de su compañera, optaran por aconsejarle que se diera por vencida pues nunca superaría esa profundidad, que lo mejor que podía hacer era resignarse y así se lo gritaban una y otra vez.
Sin embargo, a pesar de sus gritos para que no se esforzara más, la rana no dejaba de intentarlo una y otra vez, y conforme más les gritaban que lo dejara, que desistiera ya, con más ahínco la rana lo volvía a intentar. No se lo podían creer, era como si no las oyera. El caso es que estuvieron así un buen rato sin que nada cambiara pues, a pesar de los comentarios de que cualquier esfuerzo que hiciera sería inútil, ella seguía saltando una y otra vez con más fuerza. Frente al mensaje de que se rindiera y dejara de sufrir, ella seguía intentándolo y con tal convicción lo hizo, que en uno de ellos consiguió salir del hondo pozo. Ver para creer.
Ni que decir tiene la enorme alegría del resto de las ranas, al ver que una de las suyas volvía a estar entre ellas, era increíble, había logrado salir del pozo por sí sola. Pero tras las muestras de cariño vino la sorpresa, ¿cómo había sido capaz de intentarlo tantas veces, a pesar de sus gritos en contra? La respuesta de la rana no se hizo esperar, dejándolas estupefactas. Era sorda y abajo no oía nada de lo que le gritaban, es más, pensaba que en realidad lo que estaban haciendo era animarla para que se esforzara más y así salir’. Ya ve, como no sabía que era imposible lo intentó, y como creía que podría lo consiguió.  Es lo que tiene la ignorancia y la creencia.
Pasatiempo. Una rana traviesa cayó en un pozo de 30 m de profundidad y en su intento por salir subía tres metros cada día, pero durante la noche resbalaba y bajaba dos ¿Cuántos días tardó la rana en llegar al brocal del pozo? ¿Y en salir del mismo? Solución: El vigésimo octavo día llega al brocal del pozo (30 m) pero no lo sobrepasa, por lo que cae dos metros quedando a 28 m del suelo. ‘Ergo’, en el vigésimo noveno día sale del pozo. ‘Quiero, debo, puedo’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.


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