lunes, 30 de marzo de 2020

Dar un giro de 360º (1) [CR-78]

   [Esta entrada apareció publicada el 06 de marzo de 2020, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer]
Es una de esas expresiones que todos hemos oído, leído, incluso, pronunciado y escrito, en más de una ocasión y en casi todos los ambientes -familiar, laboral, redes sociales o medios de comunicación-, y así nos encontramos con perlas como: “España necesita dar un giro de 360 º a su legislación laboral”, “El caso está en fase de investigación y podría dar un giro de 360 º”, sin olvidarnos del vitalista “Quiero darle a mi vida un giro de 360 º” que expuestos así, parece claro lo que se pretende con ellos: transmitir la idea de un cambio rotundo y radical. Sin embargo, pensándolo con detenimiento y algo de lógica, resulta que es todo lo contrario y basta con recurrir a unos elementales conocimientos de matemáticas para comprenderlo.
De la enseñanza secundaria recordamos que ‘grado’ es la unidad de la magnitud ‘ángulo en el plano’, y que una circunferencia contiene 360 º en la escala sexagesimal, es decir, que si giramos 360 º lo que hacemos es quedarnos tal como estábamos. Le propongo un sencillo experimento mental. Imagine que se pone de pie en medio de un dormitorio y enfrente tiene la puerta de entrada. A continuación se gira 90 º a la derecha, por lo que pasa a ver la puerta del cuarto de baño. Gira otros 90 º, ya lleva 180 º, y lo que ve es la pared donde están los armarios. Vuelve a girar otros 90 º, por lo que ya lleva 270 º, y entonces ve la pared donde está la cabecera de la cama. Continuando en el mismo sentido se gira ahora otros 90 º, son ya 360 º girados, entonces lo que ve es…
… En efecto, la pared donde está la puerta de entrada al dormitorio, justo donde empezó. Vamos que no ha cambiado nada con el hecho de dar un giro de 360 º, entonces, ¿dónde está el cambio radical y rotundo? ¿Se da cuenta de la estulticia? Pues precisamente para estas cosas sirven las matemáticas, para no quedar como un simple ignaro. Si lo que queremos es transmitir el mayor de los cambios posibles, la expresión correcta a utilizar es “Dar un giro de 180 º”, pues no lo hay mayor. Girando 180 º terminamos lo más diferente, opuesto y alejado posible de la posición inicial, ya que no se puede cambiar más.
Entendido esto se comprende porqué algunas personas, después de haber llevado a la práctica lo de: “Quiero darle a mi vida un giro de 360 º”, terminan diciendo aquello otro de: “Ayer le di un giro de 360 º a mi vida. Resultado: me mareé”. Es lo máximo que se puede esperar de tan tontuno giro. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.



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