Pues dependiendo de quien lo diga y el entorno
donde lo haga, puede que sí y puede que no, ya que hasta tres lenguajes
distintos podemos utilizar. Del más simple al más elaborado, el primero de
ellos es el lenguaje cotidiano, el que utilizamos en una conversación normal
cualquiera de nosotros, sin una formación específica, y en el que son términos
sinónimos, siendo por tanto correcto utilizar uno por otro.
El segundo es el vocabulario profesional,
empleado entre los técnicos del sector y para los que no son equivalentes, no
siendo correcto su uso indistinto. Y la razón de esta diferenciación radica en
su composición, método de fabricación y propiedades. El vidrio (vidrio
común) es un material cerámico inorgánico, duro, frágil, amorfo y transparente
constituido por una mezcla, entre otros, de sílice, carbonato de sodio y caliza
fundidos a 1500 º C y enfriados muy rápidamente.
Mientras que el cristal (vidrio al
plomo), además de lo anterior, también tiene en su composición óxido de plomo,
presencia fundamental pues, conforme mayor sea su porcentaje, mejor será la
calidad del cristal que obtengamos. Una diferente composición que hace que
estos cristales no se puedan producir en los mismos hornos industriales que los
vidrios, al tener una temperatura de fundición diferente.
Un óxido que le confiere más transparencia,
brillo, sonoridad y ligereza, esas propiedades tan características y deseadas
del cristal natural de las que carece el vidrio común, pero a las que intenta
imitar nuestro cristal artificial. Las dos variedades, vidrio común y vidrio al
plomo o cristal, tienen sus componentes desordenados o poco ordenados, sin
simetría, por lo que se dice que tienen una estructura vítrea.
En el vocabulario científico tampoco son
términos equivalentes, por lo que no es correcto emplear uno por otro. En
ciencia sólo se denomina cristal al que se origina en la naturaleza, por lo que
el cristal natural es una roca -formada por solidificación,
precipitación o sublimación- de diferentes tamaños, colores y formas, siendo un
ejemplo conocido el cuarzo o cristal de roca (óxido de silicio).
Por último, y en lo que respecta a la
estructura, los cristales naturales son sólidos homogéneos cuyos componentes
están ordenados simétricamente, formando una estructura cristalina responsable,
en buena medida, de las propiedades que le conocemos.
Pero la naturaleza también puede crear vidrios
naturales mediante un proceso de fundición y seguro que conoce algunos de
ellos: obsidiana, fulgurita o tectita. Unos minerales que, además de por la
composición, también se diferencian de los cristales por la ordenación y
simetría de sus elementos, que les otorga una estructura vítrea. ‘Y es que en
el mundo traidor/ nada hay verdad ni mentira:/ “todo es según el color/ del
cristal con que se mira”’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 31
de enero de 2020, en la contraportada del semanario Viva Rota,
donde también la pueden leer.
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