(Continuación) Me refiero en esta ocasión a una distinción sencilla y práctica, de
las de andar por casa, para este recipiente pequeño que utilizamos por lo
general para beber líquidos. Una que está alejada tanto de la existente entre
un material y otro, vista desde un punto de vista científico-técnico, como de
las derivadas en la apreciación de los vinos en una cata o degustación, y para
las que ya de entrada y no llamar a error, me confieso un incompetente.
Las que le traigo hoy son unas diferencias organolépticas
que, aunque significativas, cualquiera puede identificar a poco que se aplique
con poco más de un par de sentidos. Vean si no.
Diferenciando
por la vista
En un simple examen visual podemos
encontrar hasta tres diferencias, relacionadas en particular con las siguientes
propiedades físicas: grosor, transparencia y brillo.
1) Las copas de cristal son más delgadas
que las de vidrio, algo que salta a la vista nada más observar una junto a
otra del mismo tamaño, teniendo además la de cristal la boca más delgada y
recta. Una característica que se traduce en su principal desventaja, una menor
resistencia al uso, ya que se pueden romper con facilidad por ejemplo al
lavarlas, amén de la desventaja que supone su mayor coste económico dependiente
de la composición química, grosor o si son sopladas y elaboradas a mano, entre
otros factores.
Por el contrario, como ventajas, la
delgadez del cristal, debido a su mayor porosidad, leo que permite apreciar
mejor los aromas que se desprenden del vino y conservar su temperatura,
al impedir que se caliente rápidamente. Una porosidad que, ya que la nombramos,
añade una desventaja más a las de cristal pues, a diferencia de las de vidrio, no
se pueden meter en el lavavajillas, por lo que hay que lavarlas a mano y
con mucho cuidado dada su fragilidad.
2) Las copas de cristal son más
transparentes e incoloras que las de vidrio, que es un material más opaco,
por lo que la apariencia de lo que esté en su interior, o detrás de él, será
más nítida. Un mismo vino se verá más claramente en una copa de cristal que en
una de vidrio.
3) Las copas de
cristal son más brillantes que la de vidrio. Si observa una de
vidrio a contraluz no apreciará nada especial, pero si lo hace con una de
cristal verá que brilla, e incluso según el tipo de cristal del que esté hecha podrá
producir un efecto arcoíris, al actuar como un prisma óptico.
Naturalmente, la causa físico-química primaria
del menor grosor y mayor porosidad, transparencia y brillo en las de cristal
radica en: a) la existencia de óxido de plomo (PbO) en su composición -mientras
mayor sea su porcentaje más delgada, transparente y brillante será-; b) el mayor
tiempo empleado en su fabricación; (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva,
si desean ampliar información sobre ellas.
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