miércoles, 29 de enero de 2020

¿Llevan agua en la joroba los dromedarios? [CR-70]

Quien dice dromedarios dice también camellos, pertenecen al género camelus, y por supuesto que la llevan o eso dice el saber popular, que estos animales resisten tanto tiempo sin beber porque tienen agua almacenada en las jorobas. Pero claro, dicho conocimiento ¿es ciencia o es credulidad?, ¿qué hay de cierto en él?
Pues en puridad más bien poco, aunque algo hay, ya que el agua no la tienen como tal, sino en segunda derivada podríamos decir. Gracias a las jorobas, camellos (dos) y dromedarios (una), la pueden obtener, pero no porque la tengan almacenada ahí. No. En realidad, la joroba o giba es una acumulación de tejido muscular y grasa (lípidos compuestos principalmente por fosfolípidos y pequeñas cantidades de triglicéridos) que puede transformarse en energía y agua en caso de necesidad, cuando los animales no dispongan de alimento y bebida.
Y el saber popular, en su inmediatez, ha cogido un atajo explicativo: directamente dice que contienen agua y por eso pueden recorrer muchos kilómetros, y durante bastante tiempo, sin beber. Es la mentira de la verdad.
Lo cierto es que el agua se obtiene junto a la energía (de ella no habla el saber popular) gracias al proceso del metabolismo, en el que se degradan nutrientes orgánicos, biomoléculas, mediante catabólicas reacciones de oxidación-reducción. El agua así obtenida se denomina ‘agua metabólica’ y aquí está el ‘quid’ de la cuestión y la condición necesaria por la que estos animales pueden resistir hasta dos semanas sin tomar nada. Esta es la verdad de la mentira.
Una condición necesaria pero no suficiente para explicar esa enorme resiliencia que les permite la supervivencia en circunstancias tan extremas, pero estos animales presentan otras particularidades biológicas y adaptaciones fisiológicas.
Ingieren grandes volúmenes de agua en muy poco tiempo, más de 100 L en pocos minutos, para después pasar hasta diez días sin tomarla. Reducen las pérdidas de agua por diferentes vías (cutánea, sudoración muy limitada; respiratoria, prácticamente no jadean; digestiva, casi no salivan; y urinaria, excretan una orina muy concentrada). Tienen una heterotermia adaptativa que les posibilita variar su temperatura corporal hasta en siete grados Celsius.
Cierran los orificios nasales que, además de impedir la entrada de arena, limita las pérdidas de agua en el tracto respiratorio superior, a la vez que los conductos nasales pueden absorber agua del aire que los atraviesa (higroscopía). También la sangre juega su papel en esta adaptación, no solo por su elevado volumen relativo, sino porque sus eritrocitos o glóbulos rojos son ovoides, pequeños y delgados, lo que facilita su flujo en una sangre menos fluida y los hace más resistentes a los cambios osmóticos. En fin, ‘La idea principal en toda la biología es la evolución’.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 03 de enero de 2020, en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer.


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