miércoles, 26 de junio de 2019

‘Las dos culturas’ [CR-41]


Estamos en el ecuador de mayo y es pertinente que escriba sobre la expresión del titular, porque fue en este mes florido cuando nació de forma pública, hace de esto ya sesenta años, justo el 7 de mayo de 1959. ‘Las dos culturas’, acuñada por el inglés Charles Percy Snow científico de formación, escritor por vocación y funcionario de profesión, que da título a una conferencia y un libro homónimo que, con el tiempo, se ha convertido en todo un estereotipo cultural contemporáneo, y con el que su autor hace referencia al proceso de cristalización de dos ambientes intelectuales cada vez más escindidos e incomunicados.
De un lado lo que él llama ‘la cultura tradicional’, donde incluye de forma genérica a los artistas y, en concreto, a los literatos. Y de otro lado los ‘científicos’, tanto puros como aplicados, y los ingenieros. Mundos paralelos que coexisten y en los que los artistas muestran escaso interés y profundo desconocimiento de los avances científicos, o más exactamente, de la Revolución Científica e Industrial que se inicia a finales del siglo XIX, y los científicos prestan poca atención a la cultura artística e incluso la miran con desdén. Cuestión de diferencias apreciativas. Dos bandos que de forma simplista él denomina ‘intelectuales literatos’ y ‘científicos naturales’, vamos, lo que de toda la vida ha sido “ser de ciencias o de letras”.
Y las raíces de esa escisión cultural, la existencia de este abismo de mutua incomprensión, falta de simpatía y aprecio entre ellos, él cree encontrarlas en el mismo sistema educativo, responsable de la formación unilateral de los estudiantes. Un mal asunto éste y de calado qué duda cabe. En palabras del propio Snow: ‘Cuando los no científicos oyen hablar de científicos que no han leído una obra importante de la literatura, sueltan una risita entre burlona y compasiva.
En una o dos ocasiones me he sentido provocado y les he preguntado cuántos de ellos serían capaces de enunciar la Segunda Ley de la Termodinámica. Su respuesta fue fría y negativa. Y, sin embargo, había preguntado algo así como el equivalente científico de: “¿Ha leído usted alguna obra de Shakespeare?”. Es más, creo que si hubiera preguntado algo todavía más simple, como: “¿Qué entiende usted por masa, o por aceleración?”, que es el equivalente científico de “¿Sabe usted leer?”, sólo uno de cada diez de los mejor educados habría tenido la impresión de que estaba hablando su misma lengua’.
No suelo coincidir en casi nada de lo que afirma Gabriel García Márquez, pero sí hago mías sus palabras cuando dice: “La idea de que la física sólo concierne a los físicos es tan anticientífica como antiartística es, asumir que la poesía sólo concierne a los poetas”.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 17 de mayo de 2019 en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer.


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