(Continuación)
Una evaluación totalmente respaldada por esta ley de educación que, no en vano,
contiene en su texto pequeños tesoros pedagógicos como, cito literalmente: “A
partir de la aplicación de la ley, el error no será considerado ya como un
defecto, sino como la expresión auténtica del dinamismo subyacente del alumno”
¿Cómo lo ve? ¿Propio para un sketch del ‘Club de la comedia’ o le
da un poco de miedito nada más pensar en su primera derivada?
En busca
del origen
La divertida
parodia docente de la descacharrante suma apareció publicada en la página 40, era
la de humor de la revista, del número 102 correspondiente a febrero de 1999, del
Boletín que mensualmente publican los Colegios de Doctores y Licenciados en
Filosofía, Letras y Ciencias, y venía firmada por un tal “Inocencio Docente”,
un apodo humorístico, claro.
Un mes
después y en la “primera” de ABC del 12 de marzo de 1999, aparecía
publicado un artículo homónimo firmado por el filólogo, dialectólogo,
lexicógrafo y crítico literario español Gregorio Salvador Caja (1927),
vicedirector por aquel entonces de la Real Academia Española (RAE).
Un texto
que reproduciría años después en su libro de 2004, El destrozo educativo,
publicado por el Grupo Unisón Produciones, S.L. y en el que planteaba, mediante
una serie de artículos como argumentario, la posibilidad de analizar y examinar
el estado de la educación/enseñanza, sin necesidad de recurrir a un enfoque
didático o legal.Ya saben que no hay (casi) nada imposible en esta vida, si
acaso muy improbable. Eso sí.
Papanatismo
pedagógico
Un paródico
escrito, el de “Inocencio Docente”, que en principio se podría tomar como un
motivo más para sonreír, lo que siempre está bien. Bien, claro, si no fuera
porque, por desgracia, se parece y mucho a buena parte del papanatismo
pedagógico envolvente. Y eso ya no está tan bien.
De modo
que, en mi opinión, es más un mecanismo personal de defensa psicológica que un
motivo humorístico colectivo. Una dosis impresa de auto caricatura profesional
frente a la estulticia pedagogo-administrativa, en este caso relacionada con la
obstinación educativa de calificar sólo lo positivo y no destacar, en absoluto,
lo negativo.
Como si
fuera posible aprender así, que es lo que piensa la mayoría de estos renegados
de la tiza ¡Joder, qué tropa!, que dicen que dijo alguien. Y lo peor es que
esto no es todo, no, basta con fijarse en lo que se parecen el remedo
sarcástico del texto y las orientaciones pedagógicas promovidas por la Logse. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog]
las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información
sobre ellas.
Interesante, divertido y...
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