viernes, 4 de enero de 2019

Solsticio de invierno [CR-22]

Cuando este ejemplar pise la calle, quedarán pocas horas para entrar de forma plena en la estación invernal astronómica y, de forma no tan plena, en la meteorológica. Que no es lo mismo astronómico que meteorológico y, como decía mi abuela, “el tiempo está loco”.

A las 23 h 23 min del 21 de diciembre, hora oficial peninsular, tendrá lugar el solsticio de invierno, un fenómeno cósmico con el que se inicia esta estación que durará 88 días y 23 h, terminando el 20 de marzo. Es lo que tiene el invierno, que dura exactamente lo que tarda en llegar la primavera.

Una fecha de inicio que no es siempre la misma y que a lo largo de este siglo caerá entre los días 20 y 22 de diciembre. La más tempranera lo hará en sus postrimerías (2096), ya veremos quienes están aquí para ratificarlo, y la más tardía ya ocurrió pues fue en el 2003.
¿Por qué comienza el invierno en esos días?
Como muchos de los asuntos humanos, el inicio de las estaciones también es fruto de un acuerdo y éstos, por convenio, vienen dados por aquellos instantes en los que la Tierra ocupa determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. Y que, en este caso, es el punto de la eclíptica en el que el astro alcanza su posición más austral.
Así que solsticio es un término astronómico relacionado con la posición del Sol en el ecuador celeste, y el día en el que esto sucede es cuando alcanza su mayor declinación Sur (invierno). Una altura máxima al mediodía que durante varios días apenas cambiará, de ahí que se le llame solsticio, del latín solstitium o “Sol quieto”, por la impresión que produce a simple vista de estar quieto en el cielo.
Por supuesto que esto que les digo es para el hemisferio norte desde donde escribo, porque justo en ese mismo instante, pero en el sur, lo que se inicia es la estación de verano. Una importante cuestión de perspectiva.
Y para que no la pierda, le recuerdo que el término se corresponde con un hecho singular, con una coincidencia espacial que dura sólo un momento y es que, el cambio astronómico de estación, se produce instantáneamente. Así que no es una fecha, ni dura un día entero, aunque acostumbremos a llamar solsticio al día en el que ocurre ese fenómeno fugaz.
Por el contrario, el cambio meteorológico, ése ya no ocurre de forma tan repentina. A causa del doble y continuo movimiento de rotación y traslación del planeta, se produce de forma gradual y constante con el transcurrir de días, semanas y meses. Les dejo con Fuller: “Soy un pasajero de la nave espacial llamada Tierra”.
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
[**] Esta entrada apareció publicada el 21 de diciembre de 2018 en la contraportada del semanario Viva Rota, donde también la pueden leer.



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