(Continuación) Mientras que
hoy viernes 21 de diciembre es el día de menor duración, si aceptamos como
duración del mismo, el tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del
Sol en un lugar dado.
Por poner un ejemplo, en la
capital española será de nueve horas y diecisiete minutos, bastante menos que
las quince horas y tres minutos que duró el día más largo, que fue el pasado 21
junio de 2018. A destacar que hay casi seis (6) horas de diferencia entre uno y
otro, una diferencia que depende mucho de la latitud del lugar, siendo nula en
el ecuador y extrema (24 horas) entre
los círculos polares y los polos.
Precisamente es en la Antártida donde algunos días al año,
alrededor del 21 de diciembre, se da el fenómeno del Sol de medianoche en que el astro es visible por encima del
horizonte durante las veinticuatro horas del día.
Ya en otro orden de asuntos
celestes, existe un sucedido circunstancial no relacionado con el inicio de las
estaciones, que se da también en esta época, el día del perihelio, es decir aquel en el que el Sol y la Tierra a lo
largo del año, están lo más cercanos
posible entre sí.
Es esta mayor proximidad entre
ambos la causa de que la Tierra se mueva más rápidamente a lo largo de su
órbita elíptica durante el invierno (Segunda
ley de Kepler), y por lo tanto que esta estación sea la de menor duración.
Observando el cielo: satélite
y planetas
Con las precauciones adecuadas,
y por razones obvias, es preferible realizar las observaciones nocturnas en
fechas cercanas a las lunas nuevas (6
de enero, 4 de febrero y 6 de marzo), salvo cuando se pretenda observar a la
propia Luna, claro.
De la que este invierno
veremos tres (3) lunas llenas, cada
veintinueve (29) o treinta (30) días. La primera tendrá lugar hoy mismo 22 de diciembre
y las otras dos el 21 de enero y el 19 de febrero de 2019.
En lo que respecta a los planetas solares y su visibilidad, durante todo
el invierno Marte será visible tras la puesta de Sol. Mientras que Venus y
Júpiter lo serán al amanecer como Saturno si bien éste sólo desde mediados de
enero que, además, quedará ocultado por la Luna la madrugada del 2 de febrero.
Una ocultación que será parcialmente visible desde la Península y Baleares.
Observando el cielo: eclipses,
lluvias de meteoros y constelaciones
En esta estación invernal
tendremos dos eclipses. Uno, parcial de Sol, los días 5 y 6 de enero
que será visible en el noreste de Asia y el norte del océano Pacífico. Y otro, total de Luna el 21 de enero que será
visible en América, Europa y África. Con suerte lo podremos ver, como total, desde
España.
También tendremos, cómo no, lluvias de meteoros que podremos ver
sin necesidad de telescopios. La primera e importante del invierno es la de las
Cuadrántidas, cuyo máximo se dará hacia el 3 de enero.
Y por supuesto siempre nos
quedarán esas ficticias agrupaciones de estrellas que llamamos constelaciones. En este invierno y
alrededor de la Estrella Polar se podrán ver Casiopea, Osa Menor y Cefeo. Las
zodiacales (eclípticas) visibles en este periodo van desde Acuario hasta
Sagitario, por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y Osa Mayor y por
debajo Orión. (Continuará)
Me parece que tienen poco nivel astronómico las entradas sobre el cambio de estación. Debería profundizar más en los conceptos científicos implicados.
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