jueves, 20 de diciembre de 2018

Invierno 2018-2019: Inicio astronómico (1)

Mañana viernes 21 de diciembre a las 23 h 23 min, hora oficial peninsular una menos en Canarias, finalizará el otoño y dará comienzo el invierno, patrios. Esos son al menos los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, dependiente del Instituto Geográfico Nacional que pertenece al Ministerio de Fomento.
Se trata de una estación que, desde el punto de vista de la astronomía, durará ochenta y ocho (88) días y veintitrés horas (23 h) y terminará el 20 de marzo de 2019, justo con el comienzo de la primavera. Es lo que tienen las estaciones, que tardan en llegar lo que dura la anterior.
Sin embargo, desde la óptica de la meteorología, se suelen considerar invernales los meses enteros de diciembre, enero y febrero en el hemisferio norte y junio, julio y agosto en el hemisferio sur. En cualquier caso el invierno es la estación más fría del año y viene caracterizada por tener días más cortos, noches más largas y temperaturas más bajas a medida que nos alejamos del Ecuador.
Por último, desde el campo de la etimología, apuntar tan solo que el término invierno proviene del español antiguo ivierno, y este del latín vulgar hibernum, del latín tempus hibernum, estación invernal. Dejo para mejor momento la explicación, desde la óptica de mitología, de la existencia del invierno.
Una cuestión de convenios
Una cuestión de convenio es lo que en realidad resulta ser el inicio astronómico de las estaciones en general. Está consensuado como el instante en el que la Tierra pasa por una determinada posición de su órbita alrededor del Sol.
Para el caso que nos trae, la estación invernal, se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más austral. El día en que esto sucede, el astro alcanza su máxima declinación Sur (-23º 27') y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia.
Como las demás estaciones del año, el invierno es causado por esta inclinación de 23,44 grados del eje terrestre sobre su plano orbital. De ahí que a esta circunstancia se la conozca como solsticio (“Sol quieto”) de invierno. De invierno aquí, en el hemisferio norte, porque no olvidemos que en el hemisferio sur es el solsticio de verano, cuando arranca el estío.
Adelantar que, dado que la órbita terrestre es elíptica, la duración del invierno es menor en el hemisferio norte y mayor respecto a éste en el sur, ya que en julio se produce el afelio, durante el invierno austral, y en enero el perihelio durante el boreal. Resumiendo, el invierno dura aproximadamente cuatro (4) días más en el hemisferio austral que en el boreal.
Fechas posibles de inicio del invierno
Desde el punto de vista calendario el inicio del invierno puede darse, a lo sumo, en cuatro (4) fechas distintas que van del 20 al 23 de diciembre.
A lo largo de este siglo XXI el invierno se iniciará entre los días 20 y 22 de diciembre, referido a la fecha oficial española, siendo su inicio más tempranero el del año 2096 (a saber, quién andará por aquí) y el más tardío el ya pasado del 2003.
Estas variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario, unos son bisiestos y otros no, con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol, periodo de tiempo conocido como año trópico.
De la duración de los días y el perihelio
Ya hemos comentado en otras entradas que, este día del solsticio de invierno, corresponde al de menor duración del año, es decir a aquel en el que menos tiempo transcurre entre la salida y la puesta del Sol, en un lugar dado.
Un día, y esto puede sorprender a algunos, que resulta no es el mismo en el que el Sol sale más tarde y se pone más pronto, que a bote pronto puede parecer qu es lo mismo pero que, si se piensa, resulta que no es igual. No lo es, y la explicación nos viene de la mano de la cinemática celeste y está basada en dos circunstancias.
Una. La órbita que la Tierra describe alrededor del Sol no es circunferencial sino elíptica. Otra. El eje de la Tierra está inclinado en una dirección que no es la del eje de dicha elipse. Esta explicación cinemática justifica también que, por ejemplo, nuestros relojes, basados en un Sol ficticio de comportamiento mecánico medio, y los solares estén desajustados.
El día en que el Sol se pondrá más pronto será el 8 de diciembre de 2019, mientras que el día en que el Sol saldrá más tarde será el 5 de enero de 2019. (Continuará)
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