Como es más que sabido, hoy toca el segundo de los dos cambios de hora
que realizamos cada año, el de otoño
en este caso, y que tiene lugar el último domingo de octubre. En la noche del
sábado al domingo, que en este Año del Señor de 2018 es la que va del sábado 27
al domingo 28, es cuando tendremos que atrasar
una hora el reloj.
Por supuesto que es un ritual que cada uno hace cuando puede o quiere,
incluso me sé de quien no la cambia nunca, pero oficialmente el cambio tendrá
lugar a las tres de la madrugada (03:00),
hora peninsular del domingo 28 de octubre, que así pasarán a ser las dos (02:00). Naturalmente en el archipiélago
canario el cambio se producirá a las dos de la madrugada que pasarán a ser la
una. Ya saben, en Canarias siempre una hora menos para todo.
Así que este día tendrá una hora más, de sueño quizás para algunos, y
bien pudiera ser que para todos fuera la última vez que vivamos esa experiencia
porque, es posible que se trate del último cambio de hora que se produzca en
España, o el penúltimo como mucho.
Y con dicho cambio habremos abandonado una vez más el horario de
primavera-verano en lo temporal, y
la zona horaria GMT+2 en lo
geográfico, para volver al horario de otoño- invierno en lo temporal y la zona
horaria GMT+1 en lo geográfico.
Un cambio con el que
recuperamos la que se considera hora oficial en España, la ‘normalidad horaria’
por así decirlo, y que no es otra cosa que ir una hora por delante del tiempo
que marca el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time GMT), que es el que
nos corresponde geográficamente. Un cambio de hora que ya les digo, quizás sea
el último.
¿Último cambio de hora?
Sí, es más que probable que sea el último, o el penúltimo como mucho, porque
no debemos olvidar que no es más que una cuestión de convenio. Otro más de los
convenios humanos relacionados con la astronomía,
junto con el del inicio astronómico de
las estaciones coincidentes con los equinoccios y solsticios.
Unos cambios que cada año vuelven como lo hacen las populares y poéticas
aves becquerianas, (Volverán las oscuras
golondrinas / en tu balcón sus nidos a colgar / y
otra vez con el ala a sus cristales
/ jugando llamarán), solo que
el de este año viene con la singularidad de ser el último o el penúltimo.
Es así porque resulta que esta normativa de nombre ‘Directiva Comunitaria del Cambio de hora’, de obligado
cumplimiento en toda Europa y que tiene como objetivo el ahorro energético, pues resulta que ya no tiene tan claro que éste
sea tal y tanto como dicen. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar en el blog] las palabras en negrilla y cursiva, si desean ampliar información sobre ellas.
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