(Continuación) En una de esas intervenciones el profesor Pierson decía: “La
cobertura metálica es... extraterrestre... algo que no existe en la Tierra...
¡Un minuto, por favor!... ¡Señoras y señores, se trata de algo asombroso. El
extremo del objeto se está moviendo! ¡La parte superior da vueltas como una
tuerca!”.
Y un locutor añadía: “Señoras y
señores, esto es lo más terrorífico que he presenciado nunca ... ¡Espera un
minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo.
Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos?
Puede que sea una cara. Puede que sea...”.
Y continuaba describiendo las horribles características de los marcianos,
las muertes de los que se acercaban a la nave, la llegada de nuevas naves, etcétera.
En fin, horrible.
En Nueva York la situación era narrada por un locutor que observaba a los
marcianos desde lo alto de un rascacielos: “Ahora
alza sus manos metálicas... El humo llega a la Sexta Avenida... A la Quinta
Avenida... Se encuentra a unos 100
metros... ahora a 15 metros...” Y el micrófono quedó en silencio.
Mientras, en el mundo real, ya se había extendido el pánico. Los no
advertidos creían lo que oían, y las llamadas a la policía se producían sin cesar.
Se sentían aterrados por los sucesos que aparentemente ocurrían y eran pocos los
que atendían a los avisos radiofónicos que anunciaban con claridad que el
“aterrizaje marciano” era una ficción.
¿Casus belli?
Por supuesto que no todos los que oyeron la emisión la creyeron. Algunos
reconocieron al momento la novela, otros se percataron de que los incidentes
ocurrían demasiado rápido para ser verdaderos. Incluso estotros pensaron en una
invasión nazi, no olvidemos las fechas.
Sin embargo, ¿por qué un número tan sorprendentemente alto de personas no
se cuestionó la veracidad de dicha invasión?, ¿o si realmente podían existir
los marcianos? ¿Por qué se creyó tan fácilmente todo?
¿Fue el realismo del programa radiofónico el causante único de la larga y
angustiosa hora de esa noche de octubre? ¿O hubo otros motivos más espurios y no
fue más que una guerra encubierta entre otros dos mundos? ¿Casus belli?
¿O simplemente lo que hizo fue despertar una de las más firmes y
ancestrales creencias de la raza humana? ¡La de que existen inteligencias
extraterrestres! ¿Hay alguien ahí fuera? ¿Es la verdad la que está ahí fuera o
es la mentira? (¿Continuará?)
Estupendo este blog que acabo de encontrar casualmente. ¿Como tiene Vd. tiempo para escribir tanto? Me da un poco de envidia.
ResponderEliminar¿A qué otros motivos más espurios se refiere?
ResponderEliminarFelicitaciones por el blog