Cuando pose su mirada sobre estas líneas llevaremos inmersos algunas
horas y de forma plena, en la estación estival astronómica y de forma no tan
plena, en la meteorológica. Que no es lo mismo astronómico que meteorológico y,
como decía mi abuela, “el tiempo está loco”.
Exactamente serán las transcurridas
desde las 12 h
7 min del 21 de junio, hora oficial peninsular, cuando se
produjo el solsticio de verano. Un
fenómeno cósmico iniciador del estío que durará
93 d y 15 h, terminando el 22 de septiembre. Es lo que tiene el verano, que
dura exactamente lo que tarda en llegar el otoño.
Una fecha de inicio que por cierto no
es siempre la misma y que a lo largo de este siglo caerá en los días 20, 21 y
22 de junio, fecha oficial española. La más tempranera tendrá lugar en sus
postrimerías (2096), ya veremos quienes están aquí para ratificarlo, y la más
tardía ya ocurrió pues fue en el 2003.
¿Por qué comienza el verano en esos
días?
Como muchos de los asuntos humanos, el
inicio de las estaciones también es fruto de un acuerdo y en su caso, por
convenio, viene dado por aquellos instantes en los que la Tierra ocupa unas determinadas posiciones en su órbita alrededor
del Sol.
En el caso del verano esta posición se
da en el punto de la eclíptica en el
que el astro alcanza su posición más boreal. Así que solsticio es un término
astronómico relacionado con la posición del Sol en el ecuador celeste, y el día
en el que esto sucede alcanza su mayor declinación Norte.
Una altura máxima al
mediodía que durante varios días apenas cambiará,
de ahí que se le llame solsticio, que proviene del latín ‘solstitium’ o “Sol quieto” y alude a la impresión que produce a
simple vista, de estar quieto en el cielo.
Por supuesto que esto que le digo es para
el hemisferio norte desde donde escribo, porque justo en ese mismo instante pero
en el sur, lo que se inicia es la estación del invierno, una importante
cuestión de perspectiva.
Acerca del soslticio
Y para que no la pierdan, en lo que
concierne al solsticio de verano, han de saber que la expresión se corresponde
con un hecho singular. Trato de decir que dura sólo un momento, que el cambio
astronómico de estación se produce instantáneamente.
Así que no es una fecha, ni dura un día
entero, aunque acostumbremos a llamar solsticio al día en el que ocurre. Por el
contrario el cambio meteorológico no se produce de forma repentina. A causa del
doble y continuo movimiento de rotación
y traslación del planeta, tiene lugar de forma gradual y constante con el
transcurrir de días, semanas y meses.
Pueden ampliar información sobre el
tema tratado así como dejar sus preguntas, comentarios, sugerencias, quejas, en
fin todo aquello que consideren oportuno, entrando en enroquedeciencia.es
Y para
acabar la cita de hoy: ‘En junio el día
veintiuno es largo como ninguno’.
[*] Introduzcan en [Buscar
en el blog] las palabras en negrilla
y cursiva, si desean ampliar
información sobre ellas.
[**]
Esta entrada apareció publicada el 22 de junio de 2018 en la contraportada del
semanario Viva Rota, donde también la pueden leer.
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