Las
ilusiones ópticas son percepciones
visuales que a pesar de no ajustarse a la realidad, nos ayudan a entender cómo
vemos y reconstruimos el mundo que nos rodea. Ellas ponen de manifiesto que,
como algunos creen, nuestros ojos no son cámaras de vídeo que graban todo lo
que ocurre, no, la cosas no funciona así.
También
interviene nuestro cerebro, que interpreta
y reelabora la información que proporcionan nuestros sentidos, en un proceso
evolutivo que la mayoría de las veces, lejos de darnos problemas por el
contrario nos ayuda.
Pero
a veces, en determinadas circunstancias, resulta que no tenemos suficiente
información o nos influye el contexto y esta reconstrucción resulta ambigua o
defectuosa. Son las ilusiones ópticas que hacen que no nos fiemos de nuestros
propios ojos. Una cuestión entre nuestro cerebro y nosotros, como esta ilusión de Zöllner (1860).
En
la que, como pueden ver, bastan unas pocas líneas para confundirnos. Descubierta
por el astrofísico y astrónomo alemán Johann
Karl Friedrich Zöllner (1834-1882), a pesar de que las rectas son
paralelas, sin embargo parecen inclinarse por influencia de las líneas diagonales.
Otro día les hablo de él como científico y espiritista.
[*] Introduzcan en [Buscar
en el blog] las palabras en negrilla
y cursiva, si desean ampliar
información sobre ellas.
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