(Continuación) Son preguntas en busca de respuestas a las que espero me
hagan el quite, mientras sigo con la faena de describir mínimamente las marcas
del costado, una especie de DNI del toro. En puridad el Documento de
Identificación Bovino (DIB) que, como norma general, consta de cuatro (4) marcas.
Dos de ellas en lenguaje gráfico,
la de la asociación o agrupación a la que pertenezca la ganadería y la del
hierro identificativo de la misma. Y otras dos en lenguaje numérico, el identificativo de cada animal y el guarismo
del año en el que ha nacido. En un principio existe cierto consenso en el mundo
ganadero sobre el hecho de que con ellas puestas, el animal queda suficientemente
identificado. Empecemos con las gráficas.
Asociación a la que pertenece la
ganadería. En la actualidad son cuatro
las que permiten lidiar ganado bravo en cualquier plaza de toros, si bien
tienen diferente importancia, antigüedad y tradición. De más a menos son: Unión
de criadores de toros de lidia, llevan la sigla “u”; Asociación ganadera de lidia,
llevan una “a”; Agrupación española de ganaderos de reses bravas, llevan la
sigla “e”; y Ganaderos de lidia unidos, llevan una “l”. Esta marca va en la
parte trasera del animal, en el anca o pierna junto al hierro de la ganadería.
Hierro identificativo de la
ganadería. Una señal que va
también en el cuadril del animal, en la misma vertical de la de la agrupación y
cuya distribución relativa depende de cada ganadería. Se puede decir que en el
sur, el hierro de la ganadería suele ir en la parte baja del miembro posterior
y el de la asociación en la parte alta, llana o solana, y en la zona de
Salamanca pues al revés, invierten el orden.
Una cuestión de gusto o costumbre de las de siempre junto a la señal de las
orejas (permiten distinguirlo de las reses de otras ganaderías), y más o menos de
la época anterior a la crianza de las reses con el exclusivo destino de su
lidia. Hierro de ganadería y sigla de asociación, son las dos marcas en
lenguaje gráfico que lleva el toro herradas en el momento de salir a la plaza.
Número identificativo. Es individual y único para cada animal y va situado
en el costillar o lomo. Se trata de una práctica que data de mediados del siglo
XIX, y que debe ir bien situado a efectos de una buena visibilidad, ya que
puede constar hasta de tres dígitos.
En relación al número asignado a cada becerro éste suele depender de las
costumbres de la ganadería, de su extensión, del sexo del animal, de las camadas
a herrar, etcétera. Por ejemplo lo más normal es herrar a todos los machos de
una misma camada empezando con el número 1, de modo que si es larga puede superar
el par de cientos. No obstante es frecuente también proseguir la numeración año
tras año, pudiendo llegar hasta el 999 en el que se volverá a empezar. En ambos
casos no existe relación entre el número y el guarismo.
También, en ganaderías con camadas más pequeñas, se suele herrar a los
machos precediendo el número del costillar con el del guarismo y así, si por el
año corresponde al guarismo 4 se comienza por el número 400, si corresponde al
del 5 por el 500 y así sucesivamente. Aunque se puede recurrir a otro
procedimiento. El de herrarlos según el guarismo, de modo que si éste es par lo
hará con números pares empezando por el 2, y si es impar con números impares
empezando por el 1. (Continuará)
La Tauromaquia que es, ¿un arte, una técnica o una ciencia? Muy claras las entradas sobre los hierros de los toros
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