(Continuación) Claro que si queremos
ser justos, no debemos acabar esta saga sin recapitular y poner un punto y
seguido a su motivante y casi omnipresente vertiente musical en la que, les puedo
asegurar, se da más de una coincidencia relevante, hasta el punto de
convertirse en un nuevo hilo conductor.
De
Madrid a Postdam
Si me lo permiten, les recuerdo que todo empezó con la serenata ‘Soldado de Nápoles’ de la zarzuela ‘La canción del olvido’, muy relacionada
con una pandemia de gripe, la de
1918, conocida como “la gripe española”
o “Soldado de Nápoles”.
Y entre cuyos afectados se contó el mismo rey Alfonso XIII, que
unos años después recibiría al nobel Albert
Einstein, un enamorado de la música de Mozart
y del violín como instrumento
musical, que vino a España gracias, entre otros científicos, a las gestiones del
ingeniero Eduardo Torroja, que con
el tiempo sería abuelo de Ana Torroja,
cantante del grupo Mecano.
Un curioso vínculo familiar entre abuelo científico y nieta artista que no
es único en este enroque ya que, ahora que caigo, no hace ni un mes les ponía otro
ejemplo, el de Max Born y Olivia Newton-John.
Por otro lado y de forma indirecta, vía einsteniense eso sí, llegamos al
arquitecto prusiano Erich Mendelsohn y
su obra cumbre la Torre Einstein, un
encargo profesional que le llegó de la mano del amor, la música y la amistad. Del
amor porque, establecido en Múnich se casó con la violoncelista Luise Maas, quien le puso en contacto
con un amigo y buen aficionado de la música e intérprete del chelo, el
astrofísico alemán Erwin
Finlay-Freundlich (1885-1964) que a su vez era hermano de quién decidió
construir la torre. En fin, estas cosas que pasan en la vida.
Del astrofísico solo apuntarles que era un apasionado violonchelista al que
le gustaba tocar música de cámara bien como segundo violín o con la viola.
Dos
nexos más
A propósito del arquitecto, vuelvo a Mendelsohn,
recordarán que formaba parte de un grupo compuesto entre otros por Ludwig Mies van der Rohe, Walter Gropius, Le Corbusier y Frank Lloyd
Wright de quien precisamente tengo un nexo musical de lo más curioso. No sé
si lo saben, pero el popular dúo musical Simon
and Garfunkel en 1970 dedicó al afamado arquitecto estadounidense una
canción, So long,Frank Lloyd Wright, de su exitoso álbum Bridge Over Troubled Waters nada menos.
Por último, es conocida de todos la
vinculación que mantuvo el físico relativista con la música de Mozart y el violín como
instrumento interpretativo y a lo largo de casi toda su vida. Dos actividades
que en su caso se solaparon y complementaron siempre. Para Einstein, desde muy joven, la música fue una necesidad y el violín
su inseparable compañero.
Y para finalizar, una vuelta a los comienzos: ¿Se conoce en la actualidad
cuál es la naturaleza bioquímica del virus de 1918? ¿Podría volver a ocurrir otra ‘gripe española’? ¿Cuáles serían sus
consecuencias? ¿Sería peor esta pandemia que una guerra nuclear? Lo digo por lo
que dicen que dijo el físico: “No sé cómo
será la III Guerra Mundial, pero sí la IV: con piedras y palos”. O algo
así. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar
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y cursiva, si desean ampliar información
sobre ellas.
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