(Continuación) Es una de esas sorprendentes sorpresas que de vez en cuando da
la vida, pero que si se analiza el fenómeno con detenimiento resulta que no son
tan infrecuentes como se podría pensar. En esta ocasión el nexo es entre la
ciencia de la arquitectura y el arte de la música.
De la construcción
a la nobleza, pasando por la letra musical
Como seguro saben el hormigón es
un material compuesto, una mezcla
heterogénea desde el punto de vista químico, empleado en construcción e
ingeniería civil, y constituido básicamente por un aglomerante, el cemento, que es una mezcla de caliza y arcilla calcinadas.
Cemento y una serie de aglomerados, agregados áridos como grava, gravilla y arena, que
junto con el agua H2O, encargada de posibilitar
la reacción de hidratación y algún
que otro aditivo específico, hacen que
la mezcla fragüe, se endurezca y adquiera esa consistencia pétrea tan
característica del hormigón.
Solo a título de curiosidad un par de apuntes químicos. Uno, la mezcla exclusiva
de cemento, arena y agua se denomina mortero
y se emplea en la construcción para fijar ladrillos y cubrir paredes. Y dos, el
cemento no es el único aglomerante empleado para fabricar hormigones. También
se utiliza el betún para obtener hormigón asfáltico, y que se emplea en los
firmes de carreteras, aeropuertos y aparcamientos y como impermeabilizante de
superficies.
No creo que por ningún motivo en concreto sino por mera coincidencia, no es
más que una de las infinitas posibilidades, en dos canciones del grupo Mecano aparecen algunos de los términos
arquitectónicos anteriores.
Una de ellas es ‘Quiero vivir en la ciudad’,
una singular canción y cara B del primer sencillo del grupo, publicado en el
verano de1981 y que llevaba por nombre Hoy
no me puedo levantar.
Los
bloques de cemento gris aquí y allá,
dan la
forma al decorado de mi ciudad.
Quiero
vivir en la ciudad.
Quiero
vivir en la ciudad.
La otra canción es ‘Madrid’ y
pertenece al disco ¿Dónde está el país de
las hadas? publicado en la primavera de 1983. Por cierto que en este disco,
cada una de las doce canciones que lo componen viene decorada con una flor
diferente, correspondiendo a ‘Madrid’
la del geranio común o de jardín, en puridad taxonómica, Pelargonium hortorum.
Dejo aquí los motivos que puedan estar detrás el adorno botánico del disco y
la elección floral de cada una de las canciones, para centrarles en la letra de
la de marra que contiene perlas como:
¡Oh!
Madrid
una
ciudad de alquitrán
hierro,
cemento y cristal.
Lo que no les dejo sin comentar es la connotación aristocrática de la
historia. Resulta que en reconocimiento a sus méritos y con carácter póstumo, el
régimen franquista otorgó a Don Eduardo
el título de marqués de Torroja. Un
marquesado que a su muerte heredó su hijo José Antonio, padre de Ana que, como
primogénita, lo heredará a su muerte.
Y ya que va de hormigón, existe un buen vínculo entre este material de
construcción , el físico Albert Einstein
y una de las obras de entre los reconocidos y reconocibles pioneros de la
arquitectura moderna de comienzos del siglo XX. Me refiero a Erich Mendelsohn y la Torre Einstein. (Continuará)
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