(Continuación) Un Rostand del
que cuentan que un día de noviembre de 1918 recogió una paloma que llegó malherida
a una de las ventanas de su casa de París, y fue justo a morir en sus manos. Nunca
lo hiciera.
Fue sin duda una buena acción pero, dada la virulencia de la epidemia
gripal, una mala decisión ya que tras la paloma, el dramaturgo moría tres
semanas después. Queda en el aire el enroque del más famoso de sus hijos
literarios, Cyrano de Bergerac, tanto
el personaje como el hombre.
Pero el tiempo pasa, estamos en 1923 y la “gripe española” ya se había extinguido en el verano de 1920 (el virus había desaparecido casi tan
misteriosamente como había llegado)Tanto es así que el rey Alfonso XIII recibía en Madrid al ya “nobelizado” físico
germano-estadounidense Albert Einstein
(1879-1955).
Einstein,
Cabrera y Torroja
El genial científico llegaba procedente de Japón y Palestina, inmerso en su
“triunfal paseo relativista” por medio mundo y, como a él les gustaba,
humorísticamente, decir: “silbando mi teoría de la relatividad”. Qué me dicen.
Una visita que fue posible gracias al buen hacer de los físicos españoles Blas Cabrera (1878-1945) y Esteban Terrades (1883-1950), y las participaciones de los
ingenieros Eduardo Torroja (1899-1961)
y L. Torres Quevedo (1852-1936).
Del físico Cabrera, uno de los
científicos españoles más importantes de la historia y amigo personal de Einstein,
solo apuntar aquí que ese mismo año de 1923 publicó su obra ‘Principio de Relatividad’, convirtiéndose
así en uno de los principales introductores de la relatividad einsteniana en España.
Por cierto que Eduardo Torroja, aparte de ser quizás el mayor
especialista mundial de su tiempo en la construcción con hormigón, y entre cuyas obras destacadas se encuentran, perdonen la
preferencia sureña, las Bodegas González Byass en Jerez de la Frontera, el Mercado
de Abastos de Algeciras y el Puente de Hierro de Sancti-Petri en San Fernando, todas
ellas localidades de la provincia de Cádiz.
Aparte les decía, fue también hermano y padre de ingenieros y, sobre todo para
los intereses de esta entrada que nos trae, abuelo paterno de Ana Torroja. Sí, como lo leen y se
están imaginando, la vocalista del grupo español de música pop Mecano de los años ochenta. (Continuará)
Muy buena serie de entradas. Enhorabuena.
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