Segunda entrega poética del señor César Brandon, ésta en las semifinales
de Got Talent 2018, en la que mezcla diferentes temáticas, artísticas y
científicas. Les dejo el texo (las negrillas
son mías).
Se acercaba el día de su decimoctavo cumpleaños,
y la Tierra se encontraba
acostada boca hacia algún lugar del espacio
porque desde que vio a la Luna
no dejó
de provocarse efectos mariposa
en el estómago.
A ver si así podía poner un poco de práctica
Pero la Luna era ordenada...
Meticulosa y apasionada de las cifras
al principio no se fiaba de alguien de había tardado
sólo cinco billones de años en pedirle salir a una chica,
que tal vez su interés era superficial y sólo le interesaba las vistas
porque se comentaba que con ella los polvos... estelares, se veían de maravilla.
Pero el día de la cita la Luna se esmeró buscando en el armario una fase,
preguntándose si no era muy atrevido vestirse ese escotado cuarto menguante
sin maquillarse o dejarse ver los cráteres
sin darle una oportunidad a una chica después de haber saltado para la
humanidad
y dado pasitos en falso para los hombres
y mientras la Tierra no paraba de preguntarse que iba a contarle.
Tal vez lo de que después de los dinosaurios
de mayor quería ser controlador aéreo de estrellas fugaces
que en la Tierra todos eramos ciudadanos de un lugar llamado primer
mundo
porque en el segundo nos sabía a poco y el tercero estaba en vías de
desarrollo.
Que en la tierra éramos unos extremistas religiosos
un poco absurdos y nos llenábamos la boca de orgullo gritando...
“mi dios besa mejor que el tuyo”
Que en la Tierra no importa el color de la piel
que nadie te detiene para que justifiques tu existencia con un trozo de
papel,
que es más fácil ser mujer,
que dos sí se pelean aunque uno no quiere y al revés,
que uno no tiene suficiente con dos y busca a tres
para inventarse que son felices los cuatro
hasta que se multiplica el problema,
y cuatro acaba llamando al cero dieciséis.
Que los refugiados no están hechos de opiniones en internet
que en la Tierra no nos rompemos el corazón para recordar al pasado,
que no somos tan simples, que después de una relación
“fuimos” no se conjuga en el pretérito perfecto complicado.
Cómo iba a impresionar a la lúnatica que afectaba su gravedad,
a la que dijeron que era imposible tapar el Sol con un sólo eclipse
y demostró que no era verdad.
Cuando lo único genuino era....
que la Tierra somos unos rebeldes a la hora de amar,
que toda la Vía Láctea ya
puede declararse en huelga
que ese día iremos a trabajar,
que no somos más que un instante en este lugar,
pero vivimos como si la eternidad no fuese más
que una hora que todavía no ha cumplido la mayoría de edad.
La Tierra podía contarle todo eso a la Luna,
con algún que otro engaño, o...
simplemente empezar la cita diciéndole... “"que era su cumpleaños”.
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