(Continuación) Y todo
ello queda integrado en los anillos de los árboles, formando parte de su
estructura y convirtiéndolos en verdaderos “archivos ambientales”.
De ahí que sean motivo
de estudio para el establecimiento de patrones espaciales y temporales de
procesos biológicos, físicos o culturales, o sobre todo de sus anomalías, que
pueden suministrar información sobre el pasado, presente y futuro de nuestro
entorno. Es decir que los árboles, además de suministrar el imprescindible oxígeno O2 (g), el hábitat suficiente
y la necesaria belleza, nos cuentan su historia que en definitiva es nuestra
historia.
De la conjunción de esta ciencia con el C-14 sabemos que cada uno de los anillos presenta un contenido
determinado del radioisótopo en
función del año en el que se formó, y que no lo intercambian con otros anillos
del árbol.
Una circunstancia que han utilizado los científicos para poner a prueba
sus hipótesis, respecto a las tasas de mezcla de carbono-14 a través de varios depósitos, y que ha apoyado el uso de
la dendrocronología en la datación
por radiocarbono, particularmente en
la construcción de curvas de calibración de radiocarbono.
Centro Nacional de Aceleradores (CNA)
El carácter decisivo que la datación por radiocarbono tiene en relación
con nuestro conocimiento sobre los neandertales,
las momias, la sábana santa o los faraones
también se da en el mundo del arte.
Les hablé del AMS de la
Universidad de Oxford, allá en la pérfida Albion, cuando los neandertales de la
cueva de El Sidrón en Asturias, pero quien escribe, en particular, no tiene que
ir tan lejos pues a unos minutos de casa existe un Centro Nacional de Aceleradores (CNA).
Gracias a su planificada infraestructura puede llevar a cabo
investigaciones interdisciplinarias en campos tan variados como: ciencias de
materiales, impacto medioambiental, física nuclear y de partículas,
instrumentación nuclear, tratamiento de imágenes médicas, investigación
biomédica e imagen molecular preclínica o datación, diagnóstico por imagen
médica en pacientes, datación por 14C o irradiación en muestras de
interés tecnológico y biológico.
Y entre la media docena de instalaciones de las que dispone se encuentra
un acelerador de partículas, capaz
de detectar la cantidad de carbono-14 que
contiene una muestra de astilla procedente de un trozo de madera de tan solo cinco
miligramos (5 mg) de masa, tal es su sensibilidad y precisión.
Se trata de un acelerador de
espectrometría de masas, AMS, que ya ha determinado la edad de algunos
restos arqueológicos y antiguos manuscritos como una Biblia Vulgata del siglo XIII o un manual de latín del siglo XV. ... Y
Sevilla.
‘Obras son amores...y no
buenas razones’
Un par de entradas atrás les decía que era consciente de las lagunas científico-técnicas,
que en la explicación general “sábanasantera” había sorteado, y por las que me
apresuré a presentarles mis disculpas.
Pues bien, como ‘obras son amores y no buenas razones’, ha llegado el
momento de ir de lo general a lo particular y poner negro sobre blanco algunas
cuestiones de física nuclear que
completen por así decirlo nuestro conocimiento sobre el método de datación del C-14.
Lo haremos a nivel de “física bachillera” intentando responder a
cuestiones como ¿En qué consiste el método de datación del C-14? o ¿Para qué tipos
de muestras sirve? (Continuará)
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