(Continuación)
Algo de divulgación les prometía acerca de un número del que conocemos su
existencia desde hace más de cuatro mil (4000) años y
sabemos que es irracional, perteneciente
a los reales y con una representación decimal que nunca, nunca, termina: 3,1415926535
8979323846 2643383279 50288...
Un
número que toma su nombre de la decimosexta letra del alfabeto griego, ya que
es la primera de las palabras de origen griego περιφέρεια 'periferia' y περίμετρον
'perímetro' de una circunferencia, y que en minúscula, todos recordamos de
nuestros tiempos bachilleres, se usa como símbolo científico.
Entre
otros usos: el ya citado número matemático, como constante fundamental en geometría euclidiana; para designar al pion de la familia de los mesones, en física de partículas; y,
por supuesto en química, tanto para la magnitud presión osmótica, propiedad coligativa, como para un tipo particular
de orbital molecular en los enlaces covalentes.
Constante euclidiana y matemática
Antes
de continuar me gustaría hilvanar un par de flecos sobre la constancia del
número π que he dejado sueltos. Cuando ayer les decía que es una constante matemática, que no física,
incidía en la circunstancia de que, aun tratándose de un valor fijo que no
varía con el tiempo, podría ser que a veces no estuviera determinado. Además,
claro, de ser un valor invariable que no está
implicado directamente en ningún proceso físico.
También
les precisaba que esta constancia
matemática de π era en geometría
euclidiana o euclídea, es decir la que satisface los cinco (5) postulados
de Euclides y presenta una curvatura
cero, que para entendernos tiene lugar en un espacio plano donde la suma de los
tres ángulos interiores de un triángulo es igual a ciento ochenta grados (r=180°).
Siguiendo
el mismo criterio clasificatorio, la geometría
no euclidiana es aquella que satisface sólo los cuatro (4) primeros postulados
de Euclides y presenta una curvatura
diferente de cero, pudiendo ser entonces la suma de los tres ángulos interiores
de un triángulo menor de ciento ochenta grados (r<180°), geometría hiperbólica, o mayor de
ciento ochenta grados (r>180°), geometría
elíptica.
Es
en este segundo tipo, geometría no
euclidiana, donde π no es constante.
Donde sí mantiene cierta constancia el número pi, al menos durante los últimos
cincuenta años, es con su presencia en el campo de la música a pesar de ser un concepto asociado en un principio a la matemática. (Continuará)
[*] Introduzcan en [Buscar
en el blog] las palabras en negrilla
y cursiva, si desean ampliar
información sobre ellas.
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